Hay películas que antes de que lleguen a la gran pantalla ya se sabe que van a ser buenas, principalmente por una combinación de factores, bien porque cuentan con un magnífico director, bien por que cuentan con un excelente reparto o bien porque la historia atrapa ya desde el primer segundo del tráiler. "12 años de esclavitud" cuenta con todos estos factores. Empecemos por el director: Steve McQueen, un director con una trayectoria corta pero impresionante ya que sus dos anteriores películas - Hunger y Shame- son excelentes no sólo por la dirección, sino también por ambos guiones y reparto -donde destaca su actor fetiche Michael Fassbender-. Es un director que trabaja con largos planos y silencios, unos silencios que hablan más que cualquier diálogo dejando el peso de la escena en la dirección. En "12 años de esclavitud" hay escenas silenciosas que dicen más que cualquier diálogo y trasmiten más que cualquier palabra. Trasmiten dolor, impotencia, rabia, etc.
En lo que se refiere al reparto, no podría hacer más acertado, empezando por el protagonista Chiwetel Ejiofor cuyo trabajo haciendo de Solomon es impresionante de principio a fin. Encontramos, además, a Benedict Cumberbatch en el papel de un clérigo bonachón con poco carácter, un actor de moda que se ha ganado con razón la atención de público con su trabajos como Sherlock Holmes en la serie de la BBC. Otro actor impresionante es Michael Fassbender quien en las dos anteriores de McQueen demostró su gran talento (y no digo nada del desnudo en Shame). No era fácil el papel de Fassbender en el film, pero sin duda alguna es un actor que se crece ante las dificultades resultando ser un esclavista cruel de lo más creíble y odioso, el film no sería lo mismo sin él. Como secundario, Brad Pitt, que ha parecido querer pasar desapercibido pero que con dos minutos basta para apreciar su trabajo.
De la historia poco se puede decir. Basada en la biografía real de Solomon Northup, un afroamericano libre que fue secuestrado y vendido como esclavo, "12 años de esclavitud" relata el sufrimiento del mismo desde que es secuestrado hasta que es liberado. Contada con gran respeto y con escenas muy duras que no sádicas, es decir con dureza implícita, no podía ser más atrayente. El espectador se siente absorto desde el primer momento, sufriendo con el protagonista y esperando con un final feliz que se va complicando con cada minuto de metraje. A pesar de lo duro de la historia, su belleza es innegable, y hablo de belleza porque McQueen hace una verdadera obra de arte en forma película que fascina desde el primer momento.
Y si todo esto aún no anima al lector a acercarse al cine para verla, solo diré que director, reparto, historia están envueltos en una magnífica BSO del siempre genial Hans Zimmer. En fin, una película que cuenta con una combinación que pocas veces se ve, una combinación que trabaja muy bien -ya que de nada valdría tener lo mejor de lo mejor sino se trabaja bien- y que han logrado hacer una buena película que no necesita de 3D para atraer al público. No puedo más que recomendarla.
Es brutal en algunas de sus escenas, durisima en la historia y absoltamente genial en lo general
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