Una vez ya las maletas hechas, iniciamos el viaje en ese mar inhóspito e inmenso. El viaje se hacía en un galeón de construcción robusta. El número de la tripulación de pendía del tamaño de las naves. El jefe superio era el capitán o maestre que se formaba en la Casa de Contratación. Después del piloto estaba el contramaestre que era el lugarteniente del maestre. A continuación encontramos al escribano, el alguacil, el veedor, el despensero, los carpinteros, el toneleros y, por último, los marineros y los grumetes. En cuanto al salario de las tripulaciones a los largo del siglo XVI se observa un deterioro en su poder adquisitivo.
La disposición habitual de un galeón constaba de las siguientes partes: una cubierta principal de la que sobresalían los castillos. Bajo este cobertizo estaba la caña de mando del timón, la caja de bitácora, los baúles de los pasajeros,etc. Sobre la tolda estaba la cámara reservada al capitán. El techo de la cámara "toldilla" era el puente de mando. Bajo la cubierta estava la bodega y debajo de éste estaba el fondo del barco. El ancla estaba en el borde de la nave. Con respecto a la cámara los datos son imprecisos. Un recurso muy utilizado por los marineros fueron las hamacas que se descubrieron en el Nuevo Mundo y que se colgaban ponde podían.
En cuanto a la navegación se preescriben una serie de ordenanzas y más tarde códigos que regulan todos los aspectos relacionados con el equipamiento, armamento, abastecimiento, etc. En 1534 las ordenanzas son muy amplias haciendo referencia al estado del barco y la preparación del piloto.
Hasta 1553 los buques que iban al Nuevo Mundo iban escasamente armados y eran objetivo de piratas. En 1553 se impone la idea de flotas para que así los buques fueran protegidos con cuatro buques de guerra. Por Real Cédula de 10 de junio de 1561 se determinó que el trafico con Américaestaría determinado por dos flotas anuales que se enviarían desde España, una de las flotas iría al Virreinato de Nueva España y llamada "Flota de Nueva España" y otra a Tierra Firme denominada "Flota de la Tierra Firme o Flota de los Galeones".
Habría que diferencias entre los buques de guerra y los mercantes: los buques de guerra lo conformaban "La Capitana" y la "La Almiranta" que tenían un porte de 300 toneladas y con 100 marineros y 100 moquetes y no podían llevar mercancias, aunque esta prohibición raramente se cumplía. Y los buques mercantes eran de 300 toneladads con dos piezas de artillería. También estaban los llamados "navíos de avisos" que era muy ligeras y que servían para llevar a América la noticia de que la flota estaba a punto de salir.
En cuanto a los instrumentos de navegación con los que disponían en el siglo XVI eran bastante toscos e imprecisos. Para mover las naves, obviamente contaban con los remos movidos por los hombre o el impulso de las velas por los vientos o bien aprovechando las corrientes. La experiencia había proporcionado a los marinos una técnica muy compleja para aprovechar el mínimo movimiento. Para guiar el barco estaba el timón. La rueda del barco no apareció hasta el siglo XVIII. El tiempo se medía con ampolletas o relojes de arena de media hora. Éstos estaban vigilados por los grumetes. El instrumento más importante fue la brújula situada en la caja de bitácora y que permitía saber que rumbo llevaban. La sonda permitía medir la profundidad. Los sondeos se hacía con velas bajas. La medida de la velocidad era deificiente. En el siglo XVI inventaron la corredera formado por un trozo de madera atado a una cuerda con nudos, que se dejaba correr sobre el agua, y con ayuda de un pequeño reloj de arena se medía el tiempo en que corrían los nudos. Luego estaba el calculador de derrotas para conocer el rumbo que seguía la naver. Otros instrumentos para saber la dirección era el astrolabio y la ballestilla.
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