11 de febrero de 2011

Viento Primaveral


Ando estos días enfrascada en la lectura de un libro que llegó a mí por casualidad -ciertamente los grandes libros llegan a mí de esa manera-. La novela en cuestión se titula "La llave de Sarah" y relata dos historias paralelas, por un lado la historia de Julia Jarmond, una periodista americana afincada en París a quien le ordenan investigar sobre la redada de judíos en París de 1942 conocida como "Redada del Velódromo de Invierno" o, mejor dicho, "Rafle du velódrome d'hiver". Por otro lado, está la historia de Sarah, una niña judía que vive en su propia pie la redada. Ambas historias se cruzarán cuando Julia se de cuenta de que la familia de su marido esconde algo muy relacionado con Sarah.


La historia es realmente conmovedora, sobre todo, porque se ve toda la crueldad nazi desde la mentalidad de una niña que se pregunta de dónde viene todo ese odio que se proyecta sobre los judíos. Realmente siempre me han atraído este tipo de historias porque cuando las ves reflexionas sobre la vida y los hombres, sobre la Historia.


Al leer la novela comprendí que tenía que saber más sobre eso que llamaban "Viento Primaveral" como si de una ópera japonesa se tratara -no sé a ustedes pero eso de "Viento primaveral" me suena como algo oriental, japonés o chino-. Este nombre tan bonito, tan filosófico y oriental no era más que una máscara de odio pues fue así como se llamó a la operación llevada a cabo por el gobierno francés de Vichy, que consistía en la detención de los judíos que vivían en Francia. Obviamente, era una operación de clara inspiración alemana cuyo líder tenía una loca obsesión por acabar con todo lo que no fuera ario, pero esa historia, por desgracia, ya la conocemos.


Desde 1940 los judíos habían sido ya fichados, la policía francesa ya conocía, por tanto, sus direcciones. Así el 16 de Julio se limitaron, como quien pasa lista, a ir "recopilando" judíos para llevarlos a su destino final. En la novela se explica como en esta labor colaboraron muchos de los conserjes que trabajaban y vivían en muchos de los edificio donde vivían familias judías. Según las instrucciones recibidas los policías franceses debían:


1. Verificar la identidad de los judíos que tenían que arrestar haciendo caso omiso de las posibles observaciones que les podían hacer.

2. No atender a su estado de salud. Todo judío debía ser llevado al Centro Primario.

3. La detección debía de ser rápida, sin palabras inútiles ni ningún comentario.


El 16 de Julio de 1942, a las cuatro de la madrugada, 12.884 judíos fueron arrestados, algunos pudieron huir. Obviamente las condiciones de arresto fueron realmente penosas: las personas arrestadas no podían llevarse más que una manta, un par de zapatos y dos camisas. Ciertamente, pensándolo en frío, era lógico que no dejaran llevarse nada más ya que estos policías conocían de sobra el destino final de muchas de estas familias.


Tras la detención, la policía fue pasando lista y conduciendo a las familias a distintos destinos. Algunos fueron conducidos en autobús al campo de Drancy al norte de París. Otros fueron llevados al Velódromo de invierno que sirvió como cárcel provisional. Cerca de 7.000 personas tuvieron que subsistir durante cinco días sin comida y casi sin agua y los que intentaran huir era fusilado al instante. Una cuenta de prisioneros se suicidaron. Tras cinco días de agonía, las familias fueron trasladas en vagones de ganado a los campos de Drancy, Beaune-la-Rolande y Pithiviers, donde estuvieron algún tiempo antes de ser deportados a los campos de exterminios alemanes.


Según los datos, esta redada por sí sola, representa una cuarta parte de los 42.000 judíos franceses que fueron enviados a Auschwitz en 1942.


La novela da nombre y apellidos a esos judíos que fueron sacados de sus casas para su destino final: la muerte, pero también saca a la luz la vergüenza francesa -parisina- que aún hoy día siente algunos al quedarse sin hacer nada ante tal injusticia. Hoy, apenas unas placas recuerdan el hecho, el velódromo fue destruido y los campos como el de Drancy son una residencia de apartamentos habitados por personas que desconocen lo que allí sucedió.
Fuente:
Estos datos son tomados la wikipedia pero en la misma novela "La llave de Sarah" se proporciona una amplia bibliografía del tema, asimismo os dejo un enlace donde se hace referencia a un libro "París, verano del 42" donde se trata de manera amplia la redada judía.
Por otro lado, quien tenga interés, comentad que "La llave de Sarah" cuenta con una adaptación cinematográfica protagonizada por Kristin Scott Thomas y Aida Quinn

1 comentario:

  1. Esta misma historia del "Viento Primaveral" la cuenta Joseph Joffo en "un saco de canicas" en la que narra sus propias vivencias en esos días y como tuvo que huir sin saber que pasa junto a uno de sus hermanos. En aquellos días él era un niño y el saco de canicas era lo único que conservaba de su vida anterior.

    Deberías leerlo, es novela "juvenil", pero como todo tiene varias lecturas y, sobre todo, es una historia real.

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