14 de febrero de 2015

El síndrome del hombre lobo

La familia lobo mexicana

En julio de 2014 el portal de noticias BBC Mundo publicaba una noticia con el siguiente título: "La dura vida de la familia lobo de México". En ella se cuenta la vida llena de vejaciones y marginación de la familia Aceves en su población natal de Loreto en Zacatecas (México), dado que varios miembros de la misma sufren lo que se conoce como el síndrome del hombre lobo o hipertricosis, que es una enfermedad que se caracteriza por la existencia de un vello excesivo. Por regla general, quienes lo padecen están cubiertos completamente, a excepción de las palmas de las manos y de los pies, por un vello lanugo largo y negro que puede llegar hasta los 25 centímetros. 

Con independencia de lo fascinante que pueda ser este síndrome en el campo de la medicina, lo que verdaderamente me interesó a mí en este artículo, después de haberlo leído, fue la manera en la que, según la familia, eran tratados algunos de sus miembros por parte de sus vecinos. Especialmente captó mi atención el testimonio de Karla quien, según contaba, había sufrido insultos desde niña y había tenido que soportar que la llamaran "niña lobo" o que le insinuaran que debía de vivir en los montes pues es el lugar que le correspondía a los animales como ella. A todo este drama se añadía además el de la imposibilidad de la integración social y laboral, ya que tanto Karla como su tía, las principales sustentadoras de la familia, habían sido despedidas del trabajo.

Uno de los aspectos más interesante del estudio teratológico, al menos bajo mi punto de vista, es que te permite hacer una especie de estudio comparativo, mediante el cual extraer una serie de conclusiones relativas a la evolución del ser humano con respecto a lo que, en el periodo moderno, se llamaban monstruosidades y que hoy conocemos bajo el concepto de anomalías congénitas, en las que se incluyen tanto el síndrome que acabamos de describir como malformaciones físicas más o menos graves o discapacidades mentales. A veces, las conclusiones a las que se llega tras dicho estudio pueden ser realmente decepcionantes al descubrir que, en lo que respecta a lo "raro", lo "desconocido", lo "extraordinario", nuestra manera de reaccionar no es muy distinta a la de nuestros antepasados. Sigamos con el ejemplo de la familia Aceves. Llama la atención que la única alternativa de vida que le quede al patriarca, Jesús, sea la de trabajar en ferias y circos donde, él mismo admite, son los únicos lugares en los que puede ser feliz. Mi pregunta es, por tanto ¿En que se diferencia el estilo de vida de Jesús con el que tuvo Pedro Gonzales? A excepción de que entre uno y otro han pasado casi 500 años y de que hoy conocemos científicamente qué es el síndrome del hombre lobo, el resto es lo mismo.

Pedro Gonzales nació en las Islas Canarias en 1556, en un momento en el que los rumores sobre la existencia de hombres salvajes en la zona estaban muy extendidos. El descubrimiento de Pedro, una criatura salvaje y llena de pelo, causó una verdadera sensación y lejos de ser asesinado fue llevado a París por orden expresa del rey francés Enrique II (1519-1559), quien quería estudiar este prodigio de cerca. Muchos eruditos de la época oyeron de la existencia de este salvaje en la corte francesa, entre ellos el médico, filósofo, botánico y humanista italiano Julio César Escalígero (1484-155) -en latín Julius Caesar Scaliger- quien llamó al muchacho "Barbet" en referencia a una raza canina que popularmente conocemos como perros de agua. También el naturalista boloñés Ulises Aldrovandi (1522-1605) tuvo constancia de dicho prodigio.

Retrato de Pedro Gonzales, autor desconido, 1580. Kunsthistorisches Museum, Viena, Paintings Gallery.

La vida de Gonzales fue radicalmente distinta a la que tienen la familia Aceves. El rey francés ordenó que le enseñaran latín y que le proporcionaran una buena educación con el mero objetivo de saber si este "hombre salvaje" era educable. A cambio, Gonzales debía permanecer en la corte francesa como curiosidad y para saber si hacía algún progreso. Tras la muerte del rey, sus sucesores decidieron cumplir con el acuerdo que este había hecho y mantuvieron a Petrus en la corte, donde fue visitado por multitud de príncipes y nobles quienes se mostraban asombrados de su buena educación y maneras.

En 1573 Petrus Gonzales obtuvo el permiso de casarse con una muchacha francesa, si bien no sabemos si fue por amor o por otro motivo, lo cierto es que el matrimonio se mantuvo unido por bastante tiempo y llegó a tener 4 hijos los cuales heredaron dicho síndrome. La familia, entonces, se convirtió en un fenómeno maravilloso digno de admirar, hasta el punto de que adquirió el dudoso honor de ser la gran curiosidad de Europa. Debido a la fascinación que provocaron en muchos nobles y príncipes, en 1581 la familia inició un tour europeo que los llevó a Flandes donde fueron admirados por Margarita de Parma; Munich donde fueron retratados por orden expresa del Duque Alberto IV de Bavaria, si bien los retratos terminarían colgando de las paredes de la Kunstkammer del emperador Rodolfo II; Basilea donde fueron examinados por el médico suizo Felix Plater (1536-1614) cuyas observaciones fueron publicadas en su Observationes (1614); e Italia donde fueron examinados por el ya mencionado Ulises Aldrovandi quien centró su atención especialmente en las dos hijas cuyos retratos mandó a grabar para su Monstrorum historia (1642), además de dos grabados que representa a Petrus y uno de sus hijos.

Una de las niñas Gonzales en Aldrovandi, Ulises: Mostrorum historia, Bolonia, Hieronimus Tamburinus, 1642.

A pesar de la popularidad de la familia Gonzales, poco se sabe del destino que tuvieron sus miembros pues interesaban más como curiosidad que como seres humanos y no queda rastro alguno de cómo fue sus vidas con independencia de un puñado de retratos que han llegado a nuestros días.

Se dicen que las comparaciones son odiosas, pero también son inevitables. Los Aceves y los Gonzales son dos familias a quienes les distancia 500 años, pero a quienes les une un síndrome que les llevó a ser visto como extraordinarios y ser tratados como bichos raros que no encajan en la sociedad. Mientras los Gonzales se convirtieron en celebrities de la época, yendo de un país a otro, dejándose ser examinados y retratados. Llevando, al fin y al cabo, una vida "digna" dentro de los cánones de la época. Los Aceves son insultados, marginados y matratados por unos vecino que, pese a saber que no son salvajes, los tratan como tales. Esto me lleva a pensar que puede que hoy la medicina esté muy avanzada, pero la mentalidad humana sigue anclada en la Edad Moderna. 

Fuente: 

Artículo: www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/07/140711_mexico_familia_lobo_msd.shtml?ocid=socialflow_facebook

Sobre Pedro Gonzalez: Bondeson, Jan: The Two-Headed Boy, and Other Medical Marvels. Cornell University Pres, 2000. pp. 7-12.