26 de marzo de 2010

El enigma del Escorial

Estos días ando bastante entretenida leyendo el libro que veis en la imagen: El enigma del Escorial. El sueño de un rey. Y es que, aunque el título parece que se trate de una típica novela histórica tan de moda en los últimos años (supongo que Dan Brown tiene gran culpa de ello, aunque dicho género existiera desde mucho antes), nada más lejos de la realidad, ya que es un libro de historia muy bien estudiado por su autor: Henry Kamen.
El enigma del Escorial, pretende analizar ese edificio que tanto ha llamado la atención de los turistas que se han acercado a verlos y a los historiadores que lo han analizado. El autor va desde la génesis de la idea de construirlo hasta el fin del mismo y siempre relacionandolo con el rey que lo habitó: Felipe II. Pero lo que más me gusta del libro es que se encarga de destruir mitos precondebidos tanto del Escorial como de Felipe II. Echa por tierras ideas que se han ido transmitiendo a lo largo de los siglos y que se alejaban tremendamente de la realidad, como el hecho de que el fin del Escorial era ser panteón de los reyes o que fuera una prisión del monarca que lo ideó, así como esas ideas que se han ido transmitiendo de Felipe II de que era un rey "oscuro", solitario, obsesionado con el trabajo, etc. Por el contrario, la obra nos ofrece la imagen de un rey diferente, amante de la cultura europea, cariñoso con su familia, a quien gustaba tenerla cerca, apasionado de la arquitectura y la jardinería y amante de la naturaleza. Mediante un lenguaje ameno, el autor nos permite acercarnos al Escorial y a Felipe II.

24 de marzo de 2010

El problema del cambio de sexo.

Entre uno de los prodigios que más hojas han ocupado las páginas de autores de prodigios, es el hermafroditismo (nacer con ambos sexos) o el cambio de sexo (nacer de un sexo y pasar al otro). En concreto, y desde un punto de vista personal, el hecho de que una mujer se convirtiera al tiempo en un hombre. Son muchos a los que les preocupaba este hecho y se maravillaban de ello. Por ejemplo, Antonio de Torquemada contaba en su Jardín de Flores Curiosas como un doctor llamado Amato en su obra de medicina se hacía eco del un hecho un tanto curioso. Éste contaba que en un lugar llamado Esgueyra, cerca de Coimbra, vivía un caballero que tenía una hija llamada María Pacheco y que llegando el momento en que le llegara la primera menstruación, en vez de eso le salió un miembro viril. Por lo que de mujer pasó a hombre y en vez de María, pasó a llamarse Manuel llegándose a casar con una mujer principal. Esta misma historia la hallamos también eN la obra de Ambroise Paré, Monstruos y Prodigios.


También, en una Relación de Suceso fechado en 1617 se contaba la maravillosa historia de una profesa que un día haciendo ejercicio de fuerza se le rompió una tela por donde salió la "naturaleza de un hombre como los demás". Según esta historia, en el Convento de la Coronada en la ciudad de Úbeda, una muchacha llamada María Muñoz, había ingresado en el convento siendo muy jovencita. Tenía un aspecto muy varonil, hasta tal punto que muchas monjas pensaban que era un hombre. Debido a ello, la madre superiora la revisó dando cuenta de que era una mujer. Sin embargo un día, esta monja traspasando fanegas de trigo, del ejercicio sintió un gran dolor entre las dos ingles, se le había hinchado y notó que le había salido un miembro viril. Muy avergonzada escribió a Fray Agustín de Torres -quien da a conocer la historia- y le contó lo sucedido. Ella misma confesó que jamás le había llegado la regla, pero que fingía que sí, y tampoco se le habían desarrollado los pechos. Es por ello que la sacaron del convento, al poco tiempo le empezó a salir barba y le cambió la voz. Sin embargo, la historia tiene un final feliz, porque el padre consiguió un heredero y ella o el consiguió la libertad.


Para Fuentelapeña, el cambio de sexo era innegable pues había ocurrido en innumerables ocasiones. Para él no era algo repugnante, pues según explicaba las fuerzas de la naturaleza por ser flacas en los niños no siempre pueden arrojar afuera el miembro viril hasta que después con alguna fuerza lo arroja. Además, no sólo la mujer puede cambiar de sexo, también el hombre podía cambiar de sexo. Sin embargo, lo más común era lo primero pues la naturaleza siempre aspiraba a la perfección y el sexo másculino era lo perfecto y porque era más fácil que el órgano masculino saliera para afuera que entrara para dentro.



Este mismo autor explicaba que muchos autores afirmaban que tal cambio no existía, sino que la parte viril estaba oculta por defecto de materia o por defecto del calor natural, por tanto, al estar defectuosa no pudo salir. Sólo cuando se hubiera fortalecido el miembro podía arrojarlo fuera y quedar convertido en un hombre perfecto. Y que entonces, estas mujeres no eran auténticamente mujeres, sino hombres. Otros autores, como Nieremberg, consideraban que tal cambio era real y que se hacía por inversión de los instrumentos de la naturaleza.




Paré mantenía que la razón por la que las mujeres podían convertirse en hombre es porque tenía oculto dentro del cuerpo el miembro viril, pero que no tenían suficiente calor ni capacidad para sacarlo a fuera. Por ello, si con el tiempo la humedad de la infancia queda exhalada en su mayor parte, y el calor se hacía más robusto, áspero y activo, no era raro que por algún movimieno violento se pudiera expulsar lo que se había quedado dentro. Sin embargo, lo que más preocupaba a Paré es que en los cambios de sexo o en los casos de hermafroditismo se produjeran relaciones homosexuales entre mujeres. Al final del capítulo De los hermafroditas o andróginos, es decir, que tienen dos sexos en un mismo cuerpo, Paré habla de la mujer, y explica que en la parte de la entrada de la orina existe una hendidura llamada peine cubierto de vello denominado Pterigomata, y entre ellos hay unas excrecencias de carne musculosa, una a cada lado, que cubren la salida del conducto de la orina, y se cierra, una vez que la mujer ha orinado. A algunas mujeres les cuelgan y sobresalen fuera del cuello de la matriz, alargándose como la "cresta de un pavo", sobre todo cuando la mujer desea el coito. En ocasiones, las mujeres aprovechaban este hecho para gozar con otras mujeres. Por ello se les debía cortal lo que era superfluo, ya que -según Paré- podrían abusar de ello. En ese mismo capítulo, cuenta que existían en África ciertas adivinas que pedían como pago el tener relaciones con mujeres. Y que muchas de ellas, cogiéndoles gusto al juego, fingían estar enfermas para llamar a las adivinas y seguir disfrutando de tal actividad haciendo creer al marido que estaban poseídas por un demonio. Paré aconsejaba en estos casos que "hicieran salir al espírituo" a fuerza de palos.

Fuentes:

Ettinghausen, Henry (ed.): Noticias del siglo XVII, relaciones españolas de sucesos naturales y sobrenaturales, Barcelona, Pulvill Libros, 1995.
Fuentelapeña, Antonio: El ente dilucidado.
Nieremberg: Curiosa y oculta filosofía.

Paré, Ambrise: Monstros y Prodigios, Ed. Siruela, Madrid, 1987. Introducción, Traducción y notas: Ignacio Malaxecheverría.

Torquemada, Antonio: Jardín de Flores Curiosas.


23 de marzo de 2010

Nuevo Blog Ubi Sunt?

Si os habéis fijado en la sección "Recomiendo que lean..." he incluido un nuevo blog:http://www.diezencultura.es/blogs/asociacion-cultural-y-universitaria-ubi-sunt y es que la asociación cultural Ubi Sunt? inaugura un nuevo espacio en la web donde pondrá las últimas noticias, los repartos de libros de Bookcroosing, el enlace de la página web donde podéis descargar las revistas, así como las fechas en las que se presentarán los distintos libros que la asociación cultural publica y demás actividades llevadas a cabo por la misma como los congresos. ¡Animo que la consulteis!

22 de marzo de 2010

Acantilado Rojo y el acercamiento a la Historia China.

Es una alegría acercarse a la cartelera cinematográfica y encontrarnos una película que se aleja de la comercialización nortemericana, aunque sea una comercialización oriental como lo es Acantilado Rojo. Y es una alegría porque esta película supone una acercamiento en las pantallas aparte (una millonésima parte diría yo) de la Historia de China. Y no sólo eso, sino que está hecha desde una perspectiva china, lo que convierte a la cinta en una gran película. Tanto la técnica, la estética, la banda sonora es puramente china y se disfruta por los cincos sentidos, a la vez que se aprende un poco de la Historia del gran país de oriente.

Acantilado Rojo nos sitúa en el siglo III d. C. en China. Éste es un país dividido, gobernado por la dinastía Han. Sin embargo, el emperador Han es manipulado por el Primer Ministro Cao Cao quien lo convence para que declare la guerra a los Reinos de Xu al oeste y al este, y al Reino de Wu al sur. El objeto de Cao Cao es unificar China pero bajo su mando. Primero declará la guerra a los Reinos de Xu gobernados por Liu Bei, contra quien arremete hasta tal punto que Liu Bei deberá huir de sus tierrras. Esta derrota hace que Liu Bei busque la alianza con el Reino de Wu donde debe convencer al virrey Zhou Yu. Finalmente, ambos reinos aliados declaran la guerra a Cao Cao en una batalla que tendrá lugar en el Acantilado Rojo. La batalla no será fácil, mientras que Cao Cao cuenta con miles de soldados y gran maquinaria, Liu Bei y Zhou Yu deberán acudir a la guerra de estrategia, a luchar no sólo con las armas, sino también con la inteligencia. La victoria dependerá de quien mejor maneje sus cartas.

Magnífica película bajo la dirección de John Woo, donde se pueden apreciar magníficos planos de las batallas, una magnífica Banda Sonora, y una estética oriental. Os dejo el trailer que os animará a verla sin duda:






Para saber un poco más de la película:

http://www.europapress.es/cultura/cartelera/acantilado-rojo-pelicula-0000080991.html

http://selvadelolvido.blogspot.com/2010/03/mundo-oriental-trasfondo-de-acantilado.html

21 de marzo de 2010

Ambroise Paré y la picaresca de los mendigos.

Resulta curioso como la obra de un autor habla mucho de sí mismo. Leyendo a Paré, famoso cirujano francés del siglo XVI considerado el padre de la cirugía moderna, vemos que el autor tenía cierta aversión por los mendigos, concretamente por aquellos mendigos que fingían enfermedades para pedir limosna ¿Por qué sino dedicaría un par de capítulos a la picaresca de los mendigos en un libro dedicado a Monstruos y Prodigios sino sintiera cierto rechazo hacia aquéllos? Sus textos pretenden ser una advertencia para que nadie se deje engañar, señalando varios casos de engaños por parte de estos mendigos. De esta manera encontramos varias historias que hacen referencia a los mendigos, ejemplo de ello son estas que pongo a continuación:



  • Ejemplo de la astucia de los perversos mendigos itinerantes:

Recuerdo, estando en Angers en 1525, que un malvado truhán había cortado el brazo de un ahorcado, aún apestoso e infecto, y que lo había sujetado a su jubón, apoyándolo con un tenedor contra su costado; ocultaba su brazo auténtico detrás de la espalda, tapado con el abrigo, con el fin de que se pensara que el brazo del ahorcado era suyo propio, y a la puerta del templo pedía limosna a gritos por amor de San Antonio. Un día Viernes santo, al ver así el brazo corrompido, la gente le daba limosna, creyendo que era auténtico. Como el truhán había movido el brazo durante muy largo tiempo, al final se soltó y cayó al suelo; mientras lo recogía, algunos vieron que tenía dos excelentes brazos, además del del ahorcado, entonces fue llevado a prisión y condenado a ser azotado por orden del magistrado, con el brazo podrido colgado al cuello, delante del estómago, y fue desterrado para siempre de la región.

  • La impostura de una mendiga que fingía un tumor en el pecho.

Un hermano mío, llamado Jean Paré [...] vio a una mendiga gruesa y rolliza que pedía limosna un domingo a la puerta de una iglesia; fingía tener un tumor en el seno, cosa muy repugnante de ver a causa de la abundancia de pus que parecía derramarse sobre un paño que llevaba delante de ella. Mi hermano, al contemplar su rostro de color encendido [...] juzgó para sus adentros que esta vagabunda no podía tener un cáncer, estando tan gorda, rolliza y robusta; convencido de que se trataba de una impostura, denunció el hecho al magistrado que autorizó a mi hermano que le hiciera enviar a su residencia para descubrir el engaño con más seguridad. Al llegar allí la mendiga, le descubrió el pecho entero, y halló que tenía bajo la axila una esponja mojada y empapada de sangre animal y de leche mezcladas, y un tubito de sauco por el que esta mezcla era conducida a través de unos falsos agujeros desde su tumor ulcerado, hasta derramarse en el paño que ella tenía delante de sí [...] tomó agua caliente y puso fomentos en el seno; una vez humedecido éste, pudo levantar varias pieles de ranas negras, verdes y amarillentas, colocadas unas sobre otras, pegadas con arcilla roja de Armenia, clara de huevo y harina [...] una vez levantadas todas las pieles, se descubrió que el seno estaba seco y entero.


No son éstas los únicos ejemplos que relata Paré. Pues también contará los hecho de un malandrín que fingía ser leproso, de una mendiga que fingía padecer el mal de San Fiacre, así como el de una mujer que fingía tener una serpiente en el vientre. El mismo Paré intervendría en algunos casos de engaño, como el del malandrín que fingía ser sordo, mudo y cojo. Gracias al informe redactado por él, se descubrió que el malandrín fingía los males. Asimismo, participó en el caso de la mujer que fingía tener una serpiente en el vientre. Tanto él como el Señor Hollier (doctor regente de la Facultad de Medicina), descubrieron que la mujer no tenía serpiente alguna, sino que ella misma provocaba los movimientos.


Por último, Paré da una serie de indicaciones para detectar enfermedades fingidas: Los que fingen ser mudos repliegan y retiran la lengua dentro de la boca; los que aparentan tener el mal de San Juan hacen que les coloquen esposas en las muñecas, se revuelcan y hunden en el fango y se ponen sangre de algún animal en la cabeza, diciendo que al agitarse así se han herido y hecho daño [...] Otros fabrican cierta cola con harina desleída y se la extienden por todo el cuerpo, gritando que están enfermos del mal de San Meen. Y hace un llamamiento para que sean denunciados para que sean castigado.


Por tanto, no es raro deducir que la experiencia de Paré en los casos de fingimiento de enfermedad, hace que considere necesario la inclusión de un capítulo sobre ello en su obra Monstruos y prodigios, aunque aparentemente no tengan nada que ver lo uno y lo otro.

Fuente:

Paré, Ambroise: Monstruos y Prodigios, Ed. Siruela, Madrid, 1987. Introducción, traducción y notas: Ignacio Malaxecheverría.



18 de marzo de 2010

Animalia Hispánica


De nuevo he de utilizar mi blog para hacer una recomendación a todo aquellos que sientan interés por la Historia Cultural de los Animales, ya que de la mano del profesor Arturo Morgado encontraremos el blog http://www.animaliahispanica.blogspot.com/ y del que he tenido el placer de colaborar, por ello os invito a leerlo porque encontrareis entradas muy interesantes sobre una parte de la Historia tan desconocida como es la Historia de los Animales.

17 de marzo de 2010

El regreso de Martin Guerre (libro).

Como comenté en la entrada de La Historia en el Cine, El regreso de Martin Guerre o Le retour de Martin Guerre, dió lugar a un libro titulado de la misma manera. Al contrario de lo que suele pasar en otras ocasiones el libro no dio paso a la película, sino al contrario, de la película surgió el libro. Y es que, Natalie Zemon Davis, que no había quedado plenamente satisfecha con el film, decidió llevar a cabo la "aventura" de investigar sobre este curioso caso, tal y cómo explica en el prólogo. El resultado de esa ardua investigación es esta obra que complementa el film y ayuda a comprenderlo mejor.
El libro, además de contar toda la historia de este increible caso ya recogido por juristas de la época, nos ofrece una visión general de lo que era el mundo rural en la Francia del siglo XVI, concretamente de las aldeas del sur del país, ya que la historiado explica de manera detallada las costumbres imperantes en esa época, como la institución matrimonial o las leyes que regían la regulación de las tierras, así como el modo en que se desarrollaban los proceos judiciales.
Por otro lado, profundiza en los personajes. De Martin Guerre explica su origen vasco y la llegada de su familia Artigat, así como lo que pudo haber hecho una vez que abandonó así familia. De Arnaud du Thil explica quien era y cómo llegó a ser Martin Guerre. La vida de Bertrand tras el abandono de su marido. Asimismo nos relata todo el proceso contra el impostor. Por último, dedica un capítulo de Guillaume Le Sour, uno de los narradores del caso, pero sobre todo a Jean de Coras, que participó en el proceso y autor de la principal fuente sobre el mismo.
Por tanto, es un libro muy recomendable para auqellos a los que le interesan esta curiosa obra ya considerada "maravillosa" en el mismo siglo XVI, además es bastante finito y se puede leer en poco tiempo. Y supone un acercamiento a lo que dentro de las tendencias historiográficas se denomina microhistoria y que supone el estudio histórico de lugares y personajes concretos o cualquier elemento -en este caso la historia de un hecho concreto de una aldea francesa del siglo XVI- que suele pasar desapercibido para la grandes historias y que con la microhistoria se pone en valor, ejemplo de ellos es El queso y los gusanos de Carlo Ginzburg al que también dedicaré un espacio en mi blog.