6 de diciembre de 2009

Vatel


Siguiendo con la estela de la Francia de Luis XIV, que hasta ahora a conquistado mi blog. Hoy mi sección de Historia en el Cine se la dedicaremos a Vatel, protagonizada por Gerard Depardieu, Uma Thurman y Tim Roth.
Vatel se ambienta en la Francia del siglo XVII. Luis XIV es el Rey Sol y Vatel no es más que un sirviente leal que debe hacer frente a la visita real a casa de su amo, el arruinado Príncipe Condé. Una visita que durará tres días y tres noches y que debe satisfacer al rey para que así el Príncipe Condé recupere la posición anteriormente perdida. La presión que esto supone hará que Vatel llegue a límites insospechados...
¿Quién fue Vatel?
Nacido en 1631, fue un cocinero y maitre francés de origen suizo. Su nombre verdadero era Fritz Karl Watel. Era hijo de un humilde techador. En 1646 decide convertirse en aprendiz en la casa del padrino de su hermano, el repostero Jojan Heverad, durante siete años.
En 1653, es contratado como pinche de cocina en el Palacio de Vaux-le-Vicomte (ya hablamos del palacio en la entrada de André Le Nôtre) por el marqués de Nicolas Fouquet, superintendente de Luis XIV. Activo y dotado para la organización, Vatel es rápidamente nombrado maestro de ceremonias. En 1661, Fouquet decide invitar a Luis XIV y a su madre, Ana de Austria y a toda la corte de Versalles para celebrar la inauguración de Vaux-le-Vicomte. Vatel organiza una grandiosa fiesta, seguida de ochenta platos, treinta mesas de buiffet y tres servicios de faisanes, codornices... todo servido en una vajilla de oro macizo creada expresamente para la Familia Real. Sin embargo, todo este esplendor sirvió para que Fouquet fuera arrestado por el mosquetero D´Artagan por orden del Rey, acusado de malversasión de fondos por su rival Colbert, que a partir de entonces ocuparía su puesto.
Vatel, que ignora que el rey a requisado todo el servicio para su palacio de Versalle, decide huir y exiliarse a Inglaterra donde conocerá a Gourville, amigo de Fouquet, quien convencerá al Príncipe Condé (Luis II de Borbón) para que contrate a Vatel para su palacio de Chantilly.
En 1663 es nombrado "Contrôleur général de la Bouche" del Gran Condé, es decir, encargado del abastecimiento.
En 1671, el Príncipe caído en desgracia, invita al Rey y a toda su corte de Versalles. Es una gran fiesta de tres días y tres noches con su tres respectivos banquetes dados por el Príncipe para seducir al Rey y escenificar la reconciliación ante toda la corte. Esta recepción debía significar el retorno de la gracia real al Príncipe Condé. Y es por ello que el destino de éste depende del éxito de los festejos, por lo que toda la responsabilidad recae en el maestro de ceremonias, Vatel. En el mismo banquete, Vatel, preocupado por la tardanza del pescado, se suicidó atravesándose una espada. Según algunas versiones de la historia, su cuerpo fue encontrado por un ayudante que fue a avisarle de que el pescado había llegado.
Careciendo de la magnificencia que se observa en Le roi danse, la película refleja muy bien el funcionamiento de la corte francesa, y lo que suponía el traslado de ésta en caso de visitas reales. Estas visitas estaba caracterizas por banquetes y festejos, que a veces suponía la verdadera ruina del anfitrión. Por otro lado, refleja la importancia del éxito de estas visitas. Tener satisfecho al rey suponía tener su gracia y disfrutar de una vida de lujo y comodidades. La vida de las personas dependía del capricho del rey. Y aunque, el director usa lo que se llama "libertad artística" es bastante fiel a la historia, con una buena ambientación que permite hacernos a la idea sobre qué había detrás de una visita real, cuan arduo era el trabajo para mantener a Su Majestad satisfecha.
La película podéis descargarla en la dirección de blog que proporcioné hace unos días. Aquí os dejo el trailer en inglés porque no lo he encontrado en español:

29 de noviembre de 2009

El oso. Historia de un rey destronado.


Hará ya bastantes semanas inicié la lectura del libro cuyo titulo da nombre a esta entrada. Empecé a leerlo de formas escéptica, no sabía que me iba a econtrar, o bien un interesante libro sobre osos o bien un tostón (como suele pasar en muchos libros de historia). Gratamente me he encontrado con un libro ameno que me anima a recomendarlo en mi blog de curiosidades históricas. Y es que la Historia tiene una ventaja que muchas ciencias no tienen, y es que abarca muchos campos. Me explicaré mejor. Un médico, por ejemplo, es un especialista en el cuerpo, o más bien a las enfermedades que tiene el cuerpo, nada más verte sabe qué recomendarte. Sin embargo, su campo de conocimiento no va más allá, o no tiene porque ir más allá. El historiador tiene la suerte de introducirse en el campo de la medicina, quizás no desde una perspectiva médica, pero si estudiar su origen, su evolución, etc. No quiero decir que un historiador sea un erudito y que sabe de todo, yo no sabría decir cuál es el origen del termómetro, pero si que es verdad que tiene la posibilidad de adentrarse en muchos campos.


En "El oso. Historia de un rey destronado", el historador Michel Pastoureau especialista en Historia Medieval, nos ofrece una historia del oso. Pero una historia del oso desde la perspectiva humana, es decir, como cambia la concepción que el ser humano tiene del oso. De esta forma el oso pasa de ser un rey a ser un simple juguete. Para ello, Pastoureau se remonta a la Prehistoria y termina en el siglo XX, haciendo un análisis profundo sobre qué estatus tiene el oso en cada época apoyándose en diversas fuentes: desde estudios sobre pinturas rupestres, hasta la Biblia, hagiografía, cuentos populares, etc. Y todo ello lo acompaña con imágenes que enriquece la lectura y el conocimiento. No quiero hacer un resumen del libro, pues creo que es mejor que os acequeis al libro con solo esta referencia pues, cuando lo leais lo disfrutareis plenamente. Solo quiero dejaros con unas de las historias que os podeís encontrar en el libro:


"Pierre Culet, un campesino relativamente acomodado, vive con su familia en el pueblo de Naves, en la diócesis de Moutiers. Su hija mayor, Antoinette, de 16 años, es de una belleza extraordinaria. A la espera de casarse, ayuda a sus padres en los trabajos de la granja y, cuando llega la primavera, lleva muchas veces las ovejas a pastar a la montaña, lejos del pueblo. Una tarde de abril de 1602, día de las Rogaciones, la joven no vuelve. Todas las búsquedas resulta inútiles. Piensan entonces que tal vez ha sido víctima de un lobo, pero no falta ningua oveja. Sólo más tarde, mucho más tarde, se conocerá su terrorifica aventura.


El animal en cuestión no es un lobo, sino un oso descomunal, de pelaje castaño claro. Al caer la tarde, hizo irrupción en medio del rebaño y se apoderó no de una oveja o dos, sino de la hermosa pastorcita. Se la llevó a su cueva y obstruyó la entrada con una enorme piedra. Allí, la mantuvo secuestrada y luego, presa de un deseo sexual contra natura, violó a la muchacha y la "gozó carnalmente". Ella se desmayó. La veló, la abrazó, la lamió y le manifestó verdadero amor. Pero este amor monstruoso iba acompañado de una relación sexual más monstruosa aún, que la joven tuvo que padecer casi cada día durante su largo cautiverio. El oso la visitaba todas las noches. Durante el día, salía de la cueva y se iba a robar a los pueblos aledaños todo aquello que, según él, Antoinette podía necesitar: pan, queso, fruta y hasta vestidos.


La muchacha estuvo prisionera en la cueva durante casi tres años. A principios de 1605, tres hombres del pueblo decidieron ir a costar abetos a un lugar más alto y más alejado que de costumbre. Pese a la enorme piedra que cerraba la entrada, Antoinnette oyó el ruido de las hachas y, por primera vez hacía mucho tiempo, voces humanas. Gritó. Los leñadores oyeron sus gritos y se acercaron; ella les puedo decir quién era y suplicarles que la ayudasen a salir. [...] Una vez la hubieron lavado, la hubieron cortado el pelo, confesó haber dado a luz un hijo monstruoso, medio hombre y medio oso, al que su padre, al abrazarlo demasiado intensamente, había estrangulado a las pocas semanas de nacer.


A muchos habitantes de Naves les costó creerse el relato de Antoinette y la tuvieron por loca. [...] La misma noche en que Antoinette volvió a casa de su padre, el oso bajó de la montaña y vino a aullar ante la granja de los Culet para exgiri que le devolviesen a "su mujercita". Todo el pueblo estaba aterrado. El oso volvió la noche siguiente. y la siguiente también. Pero esa tercera noche la gente del pueblo lo esperaba. Mataron al oso a arcabuzazos [...] En cuanto a la joven Antoinette, incapaz de reanudar una vida normal, fue conducida a un monasterio alejado del pueblo, y hasta de la diócesis, al fondo se un valle del Delfinado."


Pastoureau, Michel: El oso. Historia de un rey destronado, editorial Paidos, Madrid, 2007.

Recomendación....

No sé si son de fijarse en los detalles, pero en el Gadget que pone "Recomiendo que lean..." he añadido un nuevo blog: http://porsiempreorgulloyprejuicio.blogspot.com no se dejen llevar por el titulo, no es un blog dedicado enteramente a la novela de Jane Austen (una de mis novelas favoritas, por cierto) si no que es un blog dedicado enteramente a películas que yo denomino de "época", que incluiría adaptaciones de novelas o recreaciones de hechos históricos. En dicha página, si vais al índice, encontrareis no todas las adaptaciones de las novelas de Jane Austen (a mi me encantan las adaptaciones hechas por la BBC), si no que enontrareis películas a las que yo he dedicado entradas como "La Joven de la Perla", "Le Roi Danse" o también "Vatel", "El increible viaje de Mary Bryant" (muy recomendable). Otro punto a su favor es que en su mayoría estan en versión original, lo cual se disfruta mucho más, con sus subtítulos. Quizás el punto negativo es que están en descarga directa, pero teniendo el programa JDownloader se hace muy cómo de bajar. Así que a quien le guste este tipo de cine les recomiendo este blog. ¡Disfrutenlo!

11 de noviembre de 2009

Frases que han hecho Historia.


Trabajar en una Biblioteca tiene sus ventajas. Para una adicta a los libros como yo, la Biblioteca es un paraíso que esconde pequeñas maravillas, maravillas en forma de libro. Esto hace que mi lista de espera de libros vaya aumentando y que me los vaya prestando sin saber cuando voy a disponer de tiempo para leerlos.


Hoy voy a dedicar esta entrada a un libro que casualmente encontré ordenándolos y que me parece un tanto curioso. Y es que una de mis aficiones es coleccionar citas históricas y este libro va sobre ello, sobre citas. Obviamente no tiene un valor excepcionalmente histórico, sino que solo sirve más que para satisfacer la propia curiosidad. Se titula Frases que han hecho historia y es una compilación de citas históricas presentes en el día a día de una manera u otra. El libro compila más de 60 frases pero yo pondré aquí las que más me han llamado la atención.


-"Ave César, los que van a morir te saludan" (Ave Imperator, morituri te salutant). Lo escribe Suetonio en su vida de Claudio. Las luchas de los gladiadores tuvieron un origen funerario. Para satisfacer a los manes del difunto se degollaban prisionero o esclavos o se los obligaba a que lucharan hasta la muerte. Pero el rito fúnebre terminó siendo un espectáculo donde el pueblo, sediento de sangre, exigía cada vez más. Sería César el primero que en honor de su hija Julia organizara combates de gladiadores. Los gladiadores que sabían con certeza que iban a morir o casi, eran los prisioneros de guerra, los condenados a trabajos forzosos, esclavos y algunos hombre libres que preferían luchar y ganar dinero y fama a morir de hambre.
-"Dios me perdonará, es su oficio". La pronunció Heinrich Hein, poeta alemán nacido en 1797. Era un hombre complejo y contradictorio. Era alemán pero de Alemania solo le gustaba la cerveza y las salchichas, era judío pero se convirtió al cristianismo porque decía que judaísmo era una desgracia, no una religión. Sufrió una parálisis general progresiva por lo que pasó once años postrado en una cama, y fue allí donde compuso sus mejores obras. En 1834 se casó con Eugenia Mirat, mujer muy religiosa a quien amaba. Un día ella, preocupada porque el escepticismo de su marido la llevara a la condenación, dijo:
- No sé si Dios te perdonará.
A lo que él respondió:
- Claro, Dios me perdonará. Es su oficio.
Murió en 1856.
-"Es la primera vez que me ejecutan". Pronunciado por Tomás Mejía, descendiente de los emperadores azteca. La historia se sitúa en el contexto histórico del Imperio creado por Maximiliano Fernando José de Habsburgo, hermano de Francisco José, que en 1864 había aceptado el cargo de emperador de México. Éste a pesar de sus esfuerzos, fracasó estrepitosamente y en 1867 cayó prisionero de las tropas de Benito Juárez junto con el citado Tomás Mejía y Miguel Miramón. El trío fue sometido a un consejo de guerra y el 14 de Julio fueron condenados a muerte. El 19 de julio, en el cerro de las campanas, los tres prisionero fueron colocados ante el pelotón de fusilamiento. En un momento se oyó un toque de trompeta.
- General, ¿es ésta la señal de la ejecución?- preguntó el emperador de México.
- No lo sé señor, es la primera vez que me ejecutan. Respondió Tomás Mejía.
-"Hoy más que ayer y menos que mañana". Está cita tan famosa en el día de San Valentín, está entresacada de unos versos de Rosemonde Gerar, poetisa francesa. Estos versos los hallamos en su libro Les Pipeaux y dice así:
Car vois-tu, cheque jour jeaime davantage/
Aujourd´hui plus qu´hier et bien moins que demain
Lo que es lo mismo: Pues ya ves, cada día te amo más/hoy más que ayer y mucho menos que mañana.
-"Llegué, vi, vencí". Pronunciado por César en lo que es el parte de guerra más corto de la historia. Y es que esto fue lo que César mandó al Senado tras su victoria en la guerra contra Fernaces II (rey de Ponto) en el año 47.
-"Llora como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre". En los últimos años de la Reconquista, Granada o el Reino Nazarí, estuvo en manos del Rey Boabdil. El 2 de enero de 1492, después de haber aguantado el empuje cristiano, Boabdil entregó la llave de Granada a los Reyes Católicos. Según cuenta la tradición al salir dicho rey de Granada, no pudo retener las lágrimas. Fue en ese momento cuando su madre, la sultana Aixa, le dijo:
-Llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre.
Obviamente hay muchas más citas curiosas que no entraré en detalle porque son bastantes conocidas, por ejemplo:
-"Eppur si mouve"(y no obstante se mueve): atribuida a Galileo tras la abjudicación y que fue inventada un siglo después.
-"Eureka!": pronunciada por Arquímedes.
-"Mens sana incorpore sano"
-"Pienso luego existo" de Descartes
-"Uno para todos y todos para uno" de los Tres Mosqueteros en la novela de Alejandro Dumas.
Como he dicho hay más citas, para quien sienta curiosidad os dejo las señas del libro, en cualquier caso Internet es un buen lugar para buscar citas.

FUENTE:

FRISAS, Carlos: Frases que han hecho Historia, Ed. Planeta, Colección Memoria de la Historia, Barcelona, 1991.

9 de noviembre de 2009

André Le Nôtre, el jardinero de Luis XIV

No sé si han tenido el placer de visitar el Palacio de Versalles en París, yo tuve esa oportunidad hará unos 6 años en un viaje cultural organizado por mi colegio cuando tenía 16 años y he de decir que lo que más recuerdo del Palacio no fue su interior, un teatro donde la nobleza se convertía en espectador de la vida del rey, sino su exterior, su magnífico exterior. Hoy sé que ese exterior se lo debo a un hombre: André Le Nôtre y es por eso que me decidí a escribir esta entrada.


André Le Nôtre nació en París en 1613 y era el mayor de cuatro hermanos. Su abuelo aparecía citado como jardinero, frutero y ciudadano de París en un acta de 1572 y estaba encargado del cuidado de seis paterres de los jardines del Palacio de las Tullerías; y su padre lo hizo en 1610, pero como primer jardinero, e incluso sus dos hermanas estaban casadas con jardineros. Este hecho pone de relieve la importancia que éstos tenían para la familia real, aún cuando el conjunto mantenía todavía una aparencia prácticamente pueblerina.


Nada se conoce de la casa natal de André, pero se sabe que se encontraba en el límite norte de las Tullerías, por lo que el joven André presenció de cerca las transformaciones del jardín donde trabajaba su familia y los mejores especialistas de Francia. No se conocen los datos reales sobre la primera educación de Le Nôtre, pero no cuesta imaginarlo en paterres de los jardines ayudando a su padre. Tampoco se conocen los motivos que le llevaron al Louvre, sin embargo se sabe que pasó allí seis años junto con Simon Vouet. Fue allí donde aprendió el oficio de pintor dedicándose al estudio de la perspectiva. De esta forma, por dos vías de conocimiento: tradición oral y práctica de su familia y el estudio de los tratados, André tuvo a su disposición los nuevos principios del arte del jardín a la francesa. La aplicación de estos conocimientos y el uso de unas escalas totalmente nuevas le permitió configurar unos diseños muy hermosos que se convirtieron en la gran novedad de la técina jardinera.



En 1635, a los 22 años, André se convirtió en "Primer Jardinero de Monsieur, hermano del rey" y en 1637 recibió un diploma que lo instituía como colaborador de su progenitor hasta su muerte. En 1643 entró al servició de Luis XIII como inspector de jardines, ocupando el puesto que ocupaba su padre. Pero su gran oportunidad llegó con Vaux-le-Vicomte, palacio perteneciente al intendente Fouquet, en 1657. Se puede decir que fue su carta de presentación y le permitió demostrar que la arquitectura de jardín era una disciplina que más que acondicionar debía inventar y desarrollar su buen gusto de jardinero y una ciencia consumada del detalle. Fue en Vaux-le-Vicomte donde se vio por primera vez un verdadero decorado acuático integrado en el plano y donde el carácter ornamental cedió en importancia a la función organizadora.








El 17 de agosto de 1661 Fouquet inauguró el edificio ofreciendo allí una fiesta a la que invitó a unas 600 personas para que conocieran al rey. Tras una cena, se estrenó una comedia-ballet de Molière con decorados de Le Brun y música de Lully. Sin embargo, la recepción se convirtió en la fiesta de despedida del anfitrión, pues tres semanas más tarde, Fouquet fue detenido por malversación de fondos. El rey había examinado el lugar con detenimiento y concluyó que la ostenación de Fouquet era impropia de un súbdito por lo que lo metió en la cárcel. Se confiscaron todos sus bienes y Colbert (enemigo de Fouquet y principal consejero de Luis XIV) se quedó con sus artistas (Le Nôtre entre ellos) para que entraran al servicio del rey. Sin duda alguna, Luis XIV, al visitar Vaux-le-Vicomte, visualizó lo que en un futuro sería Versalles, por lo que Colbert, para dar el capricho al rey, trasladó a París al equipo de arquitectos, escultores, pintores, compositores y poetas para llevarlo a cabo,



En Versalles, Le Nôtre llevó a cabo sun gran obras. Versalles había sido el lugar escogido por Luis XIV para instalar la Corte de París y para que fuera el símbolo de su grandeza. Los motivos que llevaron a Luis XIV para situar allí su corte son hoy un misterio, de hecho cronistas de la época como Saint-Simon criticaron la elección del lugar, pues era una zona poco apta para llevar a cabo un proyecto arquitectónico de tal envergadura.


Obviamente, Versalles no surgió de la nada, en 1624 el arquitecto Philippe le Roy había construido allí para Luis XIII un pequeño palacio con jardines de Jaques de Nemours destinado a la caza. Luis XIV cogió cariño a Versalles rápidamente y ordenó a Le Vau que hiciera pequeñas modificaciones. Pero en 1668, comenzó a proyectar cambios más notables. En 1669 se decidió por fin aprobar el palacio antiguo con un edificio nuevo que lo ocultase totalmente por el lado del jardín, pero que dejese las fachadas originales del patio a la vista. Versalles exhibió un verdadero dominio de los principios clásicos de la arquitectura clásica y, además, un sentido de la gran escala.





El resultado exterior, como he dicho, dependió enteramente de Le Nôtre que aprovechó con gran habilidad y sentido del recurso los accidentes del terreno. Hacia 1680, lo esencial de la estructura y un buen número de obras ya estaban ubicadas. La función de este gran jardín fue la de servir de escenario para las grandes fiestas al aire libre que daba Luis XIV. En estas ocasiones se combinaban todos los artes, pues se representaban comedias-ballets y óperas superiores a las de Vaux-le-Vicomte escritas por Molière y Lully, y contando con Gissey y Berain para los decorados y vestuarios. Se instalaron teatros provisionales, se ofrecieron espectáculos de fuegos artificiales, y en el Patio de Mármol se organizaron cenas a la luz de las antorchas. Estas actividades fueron suspendidas antes de la Revolución francesa debido a los gastos de mantenimiento, pues éstos superaron a la capacidad de las arcas reales.
Paralelo a la obra de Versalles, André Le Nôtre, también trabajó en otras propiedades del rey o príncipes. De esta forma, tanto parques como jardines privados-como el Trianon- surgieron también del talento de Le Nôtre.
Por último, cabe mencionar la importancia de André en Europa, por ejemplo, con 65 años marchó a Italia donde fue recibido con honores hasta por el propio Papa Inocencio XI, quien le pidió diseñar un nuevo decorado para la residencia de Camigliano. También se sabe que participó en la remodelación del parque real de Hampton Court, de St James, Whitehall y Greenwich en Inglaterra a través de instrucciones dada por correspondencia a jardineros franceses instalados allí.
Le Nôtre murió a los 87 años (1700), ajeno a las expectativas que había generado y feliz de haberse convertido, sencillamente, en un jardinero que hizo de los vergeles su lugar de placer y escenario de su éxito.
FUENTE:
GARCÍA SÁNCHEZ, Laura: "Los jardines de André Le Nôtre en la Francia de Luis XIV" en Historia 16, Editores Historia Viva, Madrid, 2000. Nº 293, pags 10-21.

29 de octubre de 2009

Lully, un músico italiano en la Corte de Luis XIV


Permitenme que haga esta entrada algo más personal y les cuente de qué modo ha surgido en mí este interes por Lully, el músico de la Corte del Rey Sol. Y es que hará aproximadamente unos 3 ó 4 días, un compañero de mi Facultad me recomendó una película, la que veís en la foto de la derecha: Le roi danse (La pasión del Rey en español o The King is Dancing en inglés). Yo he de decir que no presté mucha atención, la busqué por Ares, pensando verla algún día de estos... Sin embargo, mi compañero, muy interesado porque la viera, tuvo el detalle de dármela en CD. La ausencia de series y las pocas ganas de leer hicieron que ayer me sentara a verla y descubrí un nuevo personaje histórico que desconocía totalmente: Lully. Por lo demás la película es magnífica, no quizás por la trama, pero si por la ambientación y por la música, protagonista total de la película. Sin embargo, lo que más me maravilló fue la interpretación de Luis XIV, el actor fue capaz de transmitirme esa superioridad casi divina del Rey Sol dejando a la altura del betún la interpretación que Leo Di Caprio hiciera en la entretenida "El hombre de la Máscara de Hierro". Obviamente tras ver la película sentí como una obligación dar a conocer este personaje a todos aquellos que dedican parte de su tiempo libro a leerme, aunque he de decir que esta entrada ha sido una odisea pues apenas he hallado información de Lully en la Biblioteca donde tengo el placer de hacer mis prácticas aunque al final he tenido algo de éxito.




Jean Baptiste Lully -o Lully a secas- nació en Florencia en 1632 bajo el nombre de Giovanni Battista Lully en el seno de una familia noble pero pobres. A los 11 años llamó la atención del Duque de Guisa quien lo llevó a Francia y le hizo entrar al servicio de la señorita Montpensier como paje de la música, aunque en realidad se dedicaba a funciones de marmitón y en sus tiempos libres tocaba el violín. El conde de Noget , que lo oyó un día, quedó maravillado de su música e informó a la princesa del descubrimiento que había hecho. Pronto consiguó celebridad y consiguió buenos maestros para perfeccionar sus estudios. Esto le permitió entrar a formar parte de la Grande Bande des Violons du Roi (La banda de los 24 violines del rey). Se supo ganar el favor de Luis XIV hasta tal punto que en 1652 le nombró inspector general de la música y creó para él una segunda banda: La Bande des Petits Violons (La pequeña banda). Al año siguiente fue nombrado compositor de la corte y comenzó a escribir bailes y mascaradas en los que el mismo rey participaba y también Lully. Ambos participarían en Le Ballet de la Nuit. Aunque a partir de 1660, Lully se negí a representar más.





En 1662 fue nombrado director musical de la familia real. Luis XIV no quería oir otra música más que la suya, y el brillante éxito que sus composiciones obtenían era para él una fuente inagotable de favores y gracias. Compuso ballets como "Alcidiana" y en colaboración con Moliére compuso una serie de ballets cómicos como "Les fâcheux", "Le marriage forcé" y "Le bourgeois gentilhomme". En estos años, Lully se había convertido en ciudadano francés bajo el nombre de Jean Baptiste Lully.


A partir de 1672, Lully, utilizando la pasión de la nobleza francesa por los espectáculos de ballets, se dedicó a componer óperas con textos en francés pero en un estilo más llano que los italianos y con abundantes escenas corales y de bailes. Mediante intrigas consiguió una patente para establecer en París una Academia de la música, pues esta ya había sido concedida a Perri y a Cambert en 1669 pero debido a una mala administración, Perri se arruinó y vendió sus derechos a Lully. Sería a partir de entonces, cuando Lully se dedique únicamente a escribir óperas y en muchas de las cuales se sirvió de poeta Phillipe Quinault. Bajo su dirección la ópera se convirtió en un teatro de primer orden.


Murió en 1687 en París, a consecuencia de una herida que se hizo en el pie con su bastón de director de orquesta, una pesada barra de hierro que servía para llevar el compás golpeando el suelo con ella; esto le provocó una infección que acabó lentamente con su vida.


Con respecto a su personalidad se le consideraba como adulador, cruel y brutal con los demás. Era envidioso y persiguió a todos los artistas que podían disputarle el favor de que gozaba en la corte. Era un tirano con sus actores y músicos de su orquesta e incluso había momentos en que no respetaba ni al rey, y a este respecto se cuenta que un día Luis XIV, cansado de los largos preparativos de un festival, envió a decir a Lully que se aburría a lo que el compositor respondió: "El rey es el amo; puede aburrirse tanto como plazca". Era ingrato con sus mejores amigos como Moliére, con quien perdió la amistad.

La importancia de Lully en la música se debe a las mejoras que impuso. Con la ópera francesa abandonó el recitativo secco y lo sustituyó por un recitativo con acompañamiento artístico, resaltó el drama y eliminó todo lo que había de excesivo en el desarrollo de la melodía. En los ballets introdujo danzas más rápidas y también estableció la forma de obertura francesa.

FUENTE:

Poca bibliografía puedo daros ya que ni yo misma he podido encontrar nada. Esta vez mi fuente ha sido una enciclopedia general y luego una Enciclopedia Salvat de los Grandes Compositores. Cabe decir que en la enciclpedia enumera una bibliografía:

Ecorcheville: Lully, gentilhomme et sa descendance (1911).

Le Presvot d´Exmes: Lully musicien.

Pougin: L´Opera française sous le règne de Lully (1885-86).

Radet: Lully homme d´affaires, propriétaire et musicien (1891).

Es todo en francés pero quién sienta más curiosidad puede consultarlas, aunque por las fechas quizás sean un poco anticuadas. También podeis consultar la siguiente página web: http://lully.ifrance.com/ En ella encontrareis una biografía, datos del contexto históricos, lo que era el ballets en francia, también datos sobre los libretistas, libretos, lo que eran los ballets cómicos, etc. En definitiva una serie de datos curiosos que para quien le guste el tema y se maneje con el francés puede ser muy productivo. Por último os dejo el tráiler de "Le roi danse".





Dedicado a Ramón por recomendarme esta película y molestarse en que la viera.

24 de octubre de 2009

La Joven de la Perla

En esta sección de historia en el cine, habría que añadir también en la novela, pues la dedicaré al libro y posterior película titulada: La Joven de la Perla de Tracy Chevalier.


En lo que se refiere a la película, La Joven de la Perla, fue llevada al cine en 2003 de la mano del director Peter Weber y protagonizada por Colin Firth como el pintor Johannes Vermeer y Scarlet Johansson como Griet o La muchacha del Turbante. Dicha película y novela narra como la joven Griet se ve obligada a convertirse en criada del pìntor Vermeer debido a la ceguera de su padre. En la casa poco a poco va entablando una relación con el pintor de quien llega a ser su asesora, pues además de las muchas labores doméstica, Griet le prepara las pinturas y le auxilia a la hora de enfocar los cuadros. Debido a una petición de uno de sus de sus mecenas: van Ruijven, que siente un cierto encaprichamiento por Griet, Vermeer se ve obligado a pintarla, a pesar de que las intenciones de su mecenas no es honesta. De esa obligación nace lo que se ha llamado la "Mona Lisa Holandesa".

Aunque los hechos narrados en la novela y la película son totalmente ficticios, he decidido incluirlo en el blog, pues ayuda a conocer a Johannes Vermeer y nos ayuda a imaginarnos cómo era la creación de un cuadro desde que se fija la imagen en la mente del pintor hasta que se culmina y se vende, nos permite conocer la labor del pintor en la Holanda del siglo XVII. Poco se puede decir de Vermeer (1632-1675) que no se sepa ya. A pesar de que su obra tardara dos siglos tras su muerte en ser reconocida como verdaderas obras de arte, Vermeer es uno de los pintores más importante del barroco holandés. Su obra es muy reducida debido a la lentitud de su trabajo y alcanzó la fama con las pinturas de tipo costumbristas. Como datos biográficos cabe añadir que nació en 1632 en la ciudad de Delft, era protestante pero posteriormente se convirtió en el catolicismo debido al rechazo de su futura suegra de que su hija se casara con un calvinista. Sobre su formación no se sabe nada seguro , algunos piensan que fue alumno de Carel Fabritius. Se casó en 1653 con Catharina Bolnes con la que llegó a tener 15 hijos. Tuvo la suerte de ver en vida el hecho de que sus cuadros alcanzarán cierto éxito y valor económico que le permitiera mantener a su numerosa familia. Murió en 1675 y su mujer tuvo que renunciar a los derechos de su obra debido a las múltiples deudas.




Las dos grandes obras de Vermeer fueron: "Vista de Delft" y "Muchacha con Turbante" (La joven de la Perla). De esta última, si recurrimos a los libros de arte, señalan que es un retrato impersonal, probablemente fuera una de sus hijas y que lo hizo como ensayo del contraste de colores, yo me niego a creer que tras esa tristeza existiera un retrato impersonal y me quedo con la historia ficticia de Tracy Chevalier. Y es que la Mona Lisa Holandesa guarda el mismo misterio que la Gioconda, no sabemos nada de su protagonista y su mirada nos transmite desconcierto sin saber si sonríe o no.




Por último quería recomendar tanto la novela como la película, pues aunque no sea histórica al 100%, está magníficamente ambientada, los actores destacan en sus papeles, Colin Firth nos muestra a un genio de la pintura con sus excentricidades y su pasión por el arte y, en general, nos muestra o pone a la luz un hecho que suele ser un enigma, la creación de un cuadro.



22 de octubre de 2009

El nazismo en las películas Disney.

Aunque algunos se dejen llevar por la morbosidad del título, ante todo quiero que sepan que no es una entrada donde se vaya a debatir en la relación del nazismo con Disney (no se si hubo tal relación, lo desconozco totalmente). Y es que esta entrada ha surgido gracias al Congreso de Héroes y Villanos de Ubi Sunt? que se celebra estos días en la UCA. Hoy hemos tenido el placer de contar con Díaz Espinosa que nos ha ofrecido una ponencia de cómo se forma el héroe nazi, el defensor de la raza aria. Entre muchas de las cualidades que tenían o debían de tener lo incipientes héroes son: la fortaleza, la obediencia, no aceptar como válido un gobierno democrático, por supueto la defensa y el servicio a Hitler va antes que la familia, y no hay mejor manera de mostrar esa servidumbre a Hitler que la omnipresencia del saludo, ese famoso Heil Hitler! tan presente en el nazismo. Respecto a esa educación hitleriana, Díaz Espinosa ha puesto unos vídeos de lo más curiosos, son hechos por la productora Disney, y aunque son una gran crítica no deja de ser una gran verdad, o eran una gran verdad. El primero de ellos refleja esa omnipresencia del saludo, con un Pato Donald continuamente saludando (por favor vean el vídeo hasta el final porque no tiene desperdicio, si no ya verán y comentaran) y el segundo vídeo, es una parte de una película, también de Disney llamada "Los hijos de Hitler", donde se caricatura esa educación Hitleriana que se manifestaba en un libro llamado en "Education for Death", donde se comentaba todo esos valores que se transmitían a esos incipientes nazis que luego serían perfectos hombres y soldados, dispuesto a saludar y marchar... Vean los vídeos y comenten.






Como puede verse, y no hay que ser adivino, todo ello es una propaganda americana anti-nazi con un gran trasfondo, pero vuelvo a insistir, tras toda esa crítica había una gran realidad, una triste realidad, y es que el nazismo fue una verdadera fábrica de niños con unas ideas totalmente radicales, pues en el colegio no se respiraba más que nazismo.

12 de octubre de 2009

Kamikazes: Origen y resultado.

Si hay algún refrán que se pueda aplicar a los Kamikazes japoneses ese es: “En el amor y en la guerra todo vale”, y es que la desesperación y la derrota puede llevar a tomarse decisiones, que en otra circunstancias no se tomarían, y sería esa situación desesperada lo que llevaría al Ejército Japonés a crear el grupo de Kamikazes. La situación de los japonenes, inmersos en la IIGM, en otoño de 1944 no era muy prometedora. Japón había sufrido la desaparición de la elite de pilotos aeronavales que asombraron al mundo en comienzos de la guerra y que perdieron en las batallas del mar del Coral, de Midway y en las que se dieron en torno a Guadalcanal. Por otro lado, la aviación norteamericana se había desarrollado y ahora disponía de aparatos como los Grummann, F6F Hellcat, etc. Con todo ellos, más con el constante despliegue de tecnología, hombres y medios, USA reanuda la ofensiva a primeros de octubres de 1944, con resultados catastróficos para Japón que en dos días perdieron 600 aparatos y los portaaviones de Ozawa se volvieron a quedar sin los grupos aéreos de combate que con tanto esfuerzo habían venido preparando en los últimos meses. Este hecho provocó que Teraoka fuera relevado del mando y fuera sustituido por Takijiro Onishi. Fue éste el que puso en práctica las tácticas suicidas.




El origen de estos ataques estaba en la 1ª Flota Aérea Naval que había sido diezmada anteriormente. Cuando Onishi comprobó la penuria de medios y la falta de preparación de los pilotos de esta flota, decidió poner en prácticas dichas técnicas, obviamente su plan fue rechazado, pero tras obtener la autorización del comandanta en jefe de la Flota Combinada, Onishi se desplazó para entrevistarse con los mandos de una de sus unidades, el grupo aéreo 201 con base en Mabacalat, cerca de Manila. Allí, ante la ausencia causal de sus jefes, mantuvo una reunión con su jefe accidental- Asaichi Tamai- quien reunió a los jóvenes pilotos. A éstos se les expuso lo desesperado de la situación, la superioridad de los Hellcat y Corsair, la imposibilidad de hacer frente a la 5ª Flota USA, lo crucial que era la defensa de las Filipinas cuya caída supondría la pérdida de la guerra, la falta de medios y de tiempo para preparar tripulaciones
que pudiera formar un grupo aéreo capaz de efectuar ataques decisivos contra los buques norteamericanos…Tras esta exposición, se le hace una propuesta a los inexpertos pilotos: un reducido grupo de hombres decididos podía superar todos esos obstáculos estrellándose con su avión cargado de bombas contra los buques enemigos. Apenas se necesitarían una decena de hombres. Si se aceptaba la propuesta ya no sería preciso el largo aprendizaje pues bastaría volar a una gran altura y lanzarse en un largo picado de 45º sobre el buque enemigo. Como se puede suponer, el piloto perdería la vida, pero había sacrificado su existencia por un bien mayor: salvar a Japón de una terrible derrota. Para ello, Onishi, pedía voluntarios. Aquel que quisiera inmolarse por su patria debía facilitar de forma anónima su nombre: todos los presentes a la reunión, 23, se presentaron voluntarios para formar la primera unidad, naciendo así el primer grupo de ataque Kamikaze[1] cuyos miembros adoptaron signos identificativos procedentes de la tradición medieval como el pañuelo blanco con el que los samurái se cubrían la frente para evitar que el sudor cegara sus ojos: el hachimaki.

Inicialmente se formaron cuatro grupos compuestos por cinco aviones tipo Zero. A cada grupo se le asignó un nombre poético: shikishima (Japón), Yamato (nombre antiguo de Japón), Asahi (sol de la montaña), y Yamazakura (flor de cerezo). Su primera misión tuvo lugar el 21 de octubre. Sin embargo, la misión tuvo que cancelarse por el mal tiempo. Pocos días después el comandante Tadashi Nakajima ya había organizado el segundo grupo en Cebú donde obtuvo la adhesión para el cuerpo Kamikaze de los 18 pilotos útiles de esa base. El ataque al Santee fue la primera oportunidad que se presentó y correspondió a la unidad de kikushi. Ese mismo día los ya acribillado portaaviones de Clifton Sprague soportaron el segundo ataque kamikaze. El St Lo fue la primera víctima de este tipo de ataques, en este caso, de la unidad Shikishima dirigida por el teniente Seki. Tras este éxito, loas que antes rechazaron este tipo de prácticas, lo aceptaron, de esta manera se formó con los restos de la 1ª y 2ª Flota Aérea una unidad especial de ataque, la Fuerza Aérea Combinada, bajo el mando de Fukudome y con Onishi como su Jefe de Estado Mayor. Obviamente, este éxito también hizo que el número de voluntarios para ingresar en los grupos Kamikaze creciera y el ataque suicida se adoptó tanto por el alto mando de la Flota Combinada como por el Ejército.

A pesar de los éxitos conseguidos durante la guerra, los ataques Kamikazes resultaron mucho menos eficaces de lo que esperaban los japoneses, principalmente porque al padecer el piloto suicida no se extraían experiencias útiles para siguientes ataques y, por tanto, los errores tácticos efectuados en la aproximación no sólo no podían ser corregidos, sino que la experiencia tampoco podía ser de utilidad para otros pilotos ni para que los mandos pudieran plantearse de la conveniencia de modificar los métodos adoptados. Otro fallo radicaba en el hecho de querer atacar buques de guerra. Éstas eran naves muy resistentes y, además, fuertemente defendidos por su propia artillería antiaérea, por lo que, aún superados esas temibles barreras antiaéreas, el impacto de su aparato era escasamente efectivo.

Los daños causados por un Kamikaze dependían, además del punto y ángulo de incidencia, del tamaño y características de la bomba transportada y de la masa y velocidad del avión. A esto se deben añadir los incendios causados por el combustible del propio avión y las posibles explosiones del material bélico del buque blanco. Cuando alcanzaban un buque no blindado, la bomba e incluso el motor del avión podía traspasar el casco o las cubiertas y causar daños muy graves. En el caso de los portaaviones, eran peligrosísimos los incendios y las explosiones de los combustibles y bombas de sus propios aviones. En cambio, no debe resultar extraño que los kamikazes fueran relativamente poco peligrosos para buques de guerras blindados y fuertemente defendidos.

También existía un importante problema de identificación. A lo largo de la guerra se puso de manifiesto la facilidad en confundir tipos de barcos de guerra. Por ello, no es extraño que, en sus ansias por sacrificarse por el emperador, los kamikazes se emplearan pródigamente contra destructores que eran los primeros barcos enemigos relativamente grandes que veían. En cambio, los cargueros fueron menos atacados y eso que su destrucción era lo que más podía contribuir a la paralización de la ofensiva de los marines.



En definitiva, en los diez meses en que operaron los grupos kamikaze no consiguieron hundir ningún acorazado, portaaviones de escuadra o crucero a pesar del sacrificio de miles de hombres y máquinas.

Sin embargo, el mero hecho de que estos hombres sacrificaran su vida, hizo que los kamikaze destacaran en la historia militar. Obviamente a estos hombres les movía el fanatismo alimentado por una propaganda militarista, aunque también influyeron sentimientos tales como vengar a sus compañeros caídos, defender al emperador o tratar de garantizar que su muerte tuviera alguna utilidad militar. Pero, sobre todo, les movía los principios derivados de la tradición japonesa de los samurái por la que el mayor honor de un soldado era morir por el emperador y en el que la rendición no se aceptaba.











[1] En recuerdo del “Viento Divino”, el Kamikaze, tempestad que, casi milagrosamente, salvó a Japón de una gran derrota frente a la flota del emperador mongol Kubilai Khan en 1281, dispersando y destruyendo los barcos con los que se disponía a invadir su territorio.





FUENTE:



ENCISO, IGNACIO: "El cuerpo de ataque especial kamikaze" en Historia 16, Historia Viva, Madrid, 1999, Nº 283, PP. 56-66.

7 de octubre de 2009

Ubi Sunt? en la red.

Para todos aquellos que me han leído y se han preguntado qué es Ubi Sunt? Os digo: Ubi sunt? es una Asociación Culturar fundada por un grupo de estudiantes de la Universidad de Cádiz hace 10 años, entre muchas de sus actividades destacan la de organizar congresos y publicar una revista histórica donde permiten a los estudiantes publicar sus artículos e inciarse en el mundo de la investigación histórica. Sin embargo, en estos días Ubi Sunt? ha dado un paso más y ha colgado sus revistas en Internet, para todos aquellos que quieran leerla pero no acceden a ella. Aquí os dejo el link: http://www.lulu.com/ubisunt

5 de octubre de 2009

Historia en el Cómic.


Ante todo debo disculparme por los que me seguís y me animáis a escribir, aunque sabéis que suelo tardar entre entrada y entrada, esta vez necesitaba descansar de la Historia, ya que después de terminar la carrera y tratar de encontrar un oficio, escribir rutas culturales, y una Comunicación, necesitaba descansar de la Historia y es por eso que he vuelto con una entrada algo "light" donde doy un nuevo ejemplo de una fuente histórica. Anteriormente vi como la Historia estaba presente en la Poesía, hoy vengo a señalar como la Historia puede estar presente en algo tan inverosímil como es el Cómic. Al formar parte del Club de la Historieta de la Universidad de Cádiz he descubierto un Cómic llamado "Nuestra Guerra Civil" donde varios autores recogen historia independientes sobre la Guerra Civil Española, ofreciendo testimonios de personas reales que la vivieron pero de una forma original y entretenida acercando la Historia a aquellos que de otra manera no se acercarían, cierto es que no es un manual, que no te explica la Guerra Civil, pero si que muestra una parte de ella que podría motivar a esos lectores a seguir leyendo e investigando sobre un acontecimiento que, está aún presente en nuestros días. Así que os animo a leerlo y a disfrutarlo.

25 de septiembre de 2009

Héroes y Villanos en la Historia


Como comenté en la entrada posterior, en Octubre, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cádiz, tendrá lugar el congreso multidisciplinar de la Asociación Culutural Ubi Sunt? de la que tengo el placer de participar, por ello para los que anden por Cádiz durante la segunda mitad de Octubre le animo a asistir. Para más información consultar la siguiente página web: http://www.ubisunt.es.vg/

23 de septiembre de 2009

Felipe II, la personalidad del rey en cuyo imperio no se ponía el sol.


Queridos lectores, hoy vais a ser compensados, pues voy a poner una parte de la comunicación que ofreceré en Octubre en el Congreso Multidisciplinar de Ubi Sunt? que tiene por título: "Héroes y Villanos en la Historia", espero que os guste:





A pesar de que Felipe II negara a que se escribiera una biografía personal sobre su persona, son muchas las biografías no oficiales que se escribieron tanto en su época como en épocas posteriores, no cabe duda de que muchas de esas biografías son fruto de una mente provista de una gran imaginación, pero otras nos han proporcionado copiosos datos que nos permiten saber cómo era aquel rey al que o bien se amaba o bien se odiaba, pero que de un modo u otro no dejaba indiferente a nadie.



Se sabe que físicamente era un hombre débil y propenso a enfermedades, ya Gregorio Marañón diría de Felipe II que era un hombre “débil con poder[1], obviamente esta debilidad física no era culpa suya, o al menos no es su mayoría, y es que la naturaleza física depende de los padres y abuelos y en lo que a este tema respecta, Felipe II no podía pedir más, pues era hijo de padres primos hermanos, nieto de una loca (Juana) y hermano carnal de dos epilépticos. También poseía un carácter taciturno y triste, frente a hombres de su edad que solían poseer alegría, por el contrario era un hombre infatigable en el trabajo, era rey por derecho pero también de hecho, para él su profesión era ser rey y a ello se dedicaba de manera tenaz. Su fortaleza de espíritu le permitió superar cualquier debilidad física y como hombre destinado a ser rey recibió una educación acorde con ella, aunque fue una educación muy descuidada, pues a los siete años el futuro rey no sabía ni leer ni escribir, mientras que a los tres ya le habían enseñado a cazar[2]. A pesar de los educadores que pudiera tener (Juan Martínez Silíceo o Juan Ginés de Sepúlveda), su principal educador fue su padre, el emperador Carlos V a través de las Advertencias o Instrucciones que éste le mandaba en una copiosa correspondencia. Estos consejos o instrucciones penetraron en Felipe II, destacando el de la suspicacia y el de la desconfianza de los hombres, esto último se demuestra con el hecho de que fuera él personalmente quien revisara cada documento o que utilizara “espías” para que vigilara a sus hombres de “confianza”. Sin embargo, no todos los consejos fueron seguidos por el futuro rey y desoyó uno de los consejos que con más insistencia le transmitía el padre: el de conocer cada uno de los países que iba a reinar, al menos conocer su idioma. Sin duda alguna, Carlos V conocía las consecuencia negativas que podía tener no conocer el idioma del país que iba a reinar y, por ello insistió tanto en que su hijo Felipe se esforzara en ello, pero éste no logró aprender ningún idioma de los países que formaban parte de su dominio, de hecho sólo manejó con gran soltura el latín. Tampoco se molestó en ir a los países que reinaba, de hecho solo en dos ocasiones salió de España, una de ellas para viajar junto a su padre y la segunda para ir a Inglaterra para casarse con María Tudor. Pese a su precaria o descuidada educación política, ya desde niño se veía que Felipe era un hombre de estado y es por eso que, con tan sólo 16 años su padre le confió el gobierno de España mientras estaba ausente[3].

Era un hombre silencioso y grave, en la vida pública poseía dominio de sí mismo y el poder de disimularlo y de vencer el dolor físico y los sentimientos espontáneos que le acompañaron toda su vida. Temía parecer débil y es por ello que no cambiaba de opinión en público, ya que una vez que había tomado una decisión rara vez lograba nadie hacerla cambiar. Poseía una gran sencillez, fruto de su carácter y los rígidos principios que poseía, extremaba la sobriedad en la mesa, mostraba repugnancia a las diversiones tumultuosas como las corridas de toro o el teatro. En cambio prefería los espectáculos que ofrecía el Santo Oficio, presidió personalmente cinco autos de fe y lamentaba no poder asistir a más. Esa sobriedad y modestia le acompañaron también en el vestir. Estos “defectos” generaron un sentimiento de antipatía entre muchos de los que le rodeaban. Al contrario que su padre, amaba la vida sedentaria, era un hombre de gabinete y la vida doméstica reglamentada y tranquila. Poseía falta de espíritu bélico, cualidad que sí poseía su hermano bastardo Juan de Austria a quien amó y envidió con la misma fuerza. Felipe II rehuyó la guerra cuanto pudo y no participó personalmente en ninguna, aún así no la consideró como algo reprochable ya que la provocó siempre y cuando la consideró necesaria.

Como rey absoluto fue enemigo de las autonomías, imponía su dominio y su criterio. Cuidó su patrimonio como un regalo heredado no sólo de su padre, sino también de sus abuelos y de sus bisabuelos, y la guerra fue el mejor medio para conservarlo. No sólo logró conservarlo, sino también lo acrecentó –incorporación de Portugal-. Sin embargo, los historiadores han observado que carecía de un proyecto, de una serie de objetivos fijos para su política exterior, y aunque era muy difícil tener objetivos en la política del siglo XVI, Felipe II alcanzó menos de sus objetivos que la mayoría, ya que fueron más numerosas las derrotas que las victorias
[4]. En el gobierno siguió el consejo de su padre, desconfió de sus hombres y evitó caer en el favoritismo, le gustaba oír las opiniones de los hombres que le rodeaban pero se guardaba celosamente cualquier resolución. Sin embargo, el hecho de que le gustara rodearse de varios secretarios hizo que la burocracia fuera muy lenta y que las decisiones no se tomaran cuando se tenía que tomar.

Desde el punto de vista espiritual, Felipe II era un hombre excesivamente religioso, ya que su padre le había aconsejado tener a la religión como base para la política. Sin embargo, fue siempre un impedimento pues por ese motivo se negaba a negociar con herejes o tratar con rebeldes, lo que podía dar como resultado una victoria total o bien una derrota. Por otro lado fue un modelo de cristiano en lo más difícil y agrio que tiene para la naturaleza humano la práctica de los sacrificios. Practicó de forma rigurosa la caridad y poseía una sentimentalidad natural que se expresó en sus relaciones matrimoniales, paternales, y aún en las oficiales de su gobierno. Felipe fue muy cariñoso y atento con sus esposas e hijos, hecho que se demuestra en las cartas que enviaba a sus hijas. En esas cartas se manifiesta que las añoraba, pero también da a conocer detalles tan curiosos como que le gustaba oír el canto de los pájaros o las bromas de los bufones, detalles que mostraban el lado más humano del monarca. Era un hombre amado por sus mujeres, sus hijos, sus amigos íntimos e incluso por sus servidores, a pesar de que para el resto de sus contemporáneos fuera antipático. A pesar de todo, y aunque estas cartas reflejan su lado humano, también reflejan su mediocridad, el mismo Gregorio Marañón diría que las cartas parecían escritas por “un niño bueno pero no muy inteligente
[5].

Por último, cabe señalar como aspecto de su personalidad lo que algunos autores han señalado: su inclinación al esoterismo. Al parecer las primeras pruebas de las incursiones de Felipe II hacia lo más o menos oculto fue durante su estancia en Inglaterra donde se ha llegado a saber que se hizo trazar un horóscopo por John Dee, astrólogo oficial de la corte inglesa. También algunos testimonios de la época relataron al amor del monarca por la Alquimia y en su biblioteca personal se podía encontrar libros de toda clase entre los que destaca los del beato mallorquín Ramón Llul.



[1] Esta expresión no sólo hace referencia a su físico sino también a su personalidad.
[2] PARKER, GEOFFREY: Felipe II, Alizanza Editorial, Madrid, 2004 . P. 23.
[3] ALTAMIRA, RAFAEL: Felipe II, hombre de estado. Fundación Rafael Altamira, Alicante. 1997. P. 75.
[4] PARKER, GEOFFREY: Op. Cit. Pp 247-248.
[5] MARAÑÓN, GREGORIO: Antonio Pérez. El hombre, el drama, la época, Espasa-Calpe, Madrid, 1997. P. 326.
[6] G. ATIENZA, JUAN: La Cara Oculta de Felipe II. Ediciones Martínez Roca, Barcelona 1998. Pp. 27-34.





FUENTE:





ALTAMIRA, RAFAEL: Felipe II, hombre de estado. Fundación Rafael Altamira, Alicante, 1997.





G. ATIENZA, JUAN: La cara oculta de Felipe II. Alquimia y magia en la España del Imperio. Ediciones Martínez Roza, Barcelona, 1998.





PARKER, GEOFFREY: Felipe II. Alianza Editorial, Madrid, 2004.

15 de septiembre de 2009

Historia en la Poesía

A veces encontramos la Historia en las fuentes más inesperadas, para el historiador cualquier fuente es buena a la hora de corroborar informaciones, un cuadro o un canto de la época puede proporcionar datos sobre hechos de los cuales no hay una fuente oficial. Leyendo El Cádiz de las Cortes de Ramón Solís me he encontrado con dos sonetos, uno de Miguel de Cervantes y otro de Juan Sánchez Zumeta, donde se habla de la valentía del Duque de Medina Sidonia en la defensa de Cádiz contra el ataque de los ingleses en 1596, cuando el propio Felipe II lo daba todo por perdido. Aquí teneis los sonetos:

De Miguel de Cervantes:
Vimos en Julio otra Semana Santa
atestada de ciertas confradías
que los soladados llaman compáñía,
de quien el vulgo, y no el inglés, se espanta.
Hubo de plumas muchedumbre tanta
que en menos de catorce o quince días
volaron su pigmeas y golías.
Y cayó su edificio por la planta.
Bramó el becerro y púsolos en sarta,
tronó la tierra, oscureciéndose el cielo
amenazando una total ruina:
y al cabo en Cádiz,con mesura harta
(ido ya el Conde) sin ningún recelo,
triunfando entró el gran duque de Medina.
De Juan Sánchez de Zumeta:
¿De qué sirve la gala y gentileza,
las bandas, los penachos matizados.
Los forros rojos, verdes y leonados
si pide armas el tiempo con pestreza?
Cuando lleva robada la riqueza
de Cádiz el Britano, y proganados
deja templos y altares consagrados,
eterna infamia, oh España, a tu grandeza.
¿Cuándo el amigo llora del amigo
los daños, y lloramos las deshonras
de nuestra lealtad amargamente?
¿Cuándo en el desprecio nuestro el enemigo
con palabras ensalza nuestras honras?
¡Y el dios de los Atunes (se refiere al Duque de Medina Sidonia)* lo consiente!
* Se le llama dios de los Atunes por ser el dueño de las almadrabas.

8 de septiembre de 2009

La esclavitud en Roma


Galeno escribía lo siguiente: Mi padre me enseñó siempre a no tomar por lo trágico las pérdidas materiales; si se mueren un buey o un caballo o un esclavo, no voy a hacer por ello un drama, esta lección tan paternal del padre de Galeno refleja muy bien cual era la situación o la consideración que el esclavo tenía en el mundo romano. Sin embargo, la gran variedad en el trato que los propietarios dinpensaban a sus esclavos y la forma de vida de éstos impiden una definición genérica, pues la relación esclavo-amo ponía en juego una relaciones y sentimientos personales que hacían que cada caso fuera particular. A pesar de todo, el esclavo era un ser humano, pues los dueños les atrubuían el deber moral de ser un buen esclavo, y ni a un animal ni a una máquina se le supone ninguna moral. Lo que ocurre es que este ser humano es un bien cuya propiedad pertenece al dueño y este dueño tratará de consagrar esta propiedad sosteniendo la inferioridad del esclavo, pues el esclavo es un sub-humano bien por destino o bien por accidente. Además, el poder del amor sobre el esclavo no se halla sometido a un reglamento, sino que es un poder total y directo. El esclavo es un hombre abnegado que obedece desde el interior de su alma, y no mediente reglamentos y horarios definidos.


No sólo la élite de la sociedad romana poseía esclavos, sino que también miembros de la clase media y baja eran propietarios de esclavos, obviamente el número de esclavos que pudiera poseer un miembro de la élite romana era mucho mayor que el que pudiera poseer un miembro de la clase baja, pues la posesión de esclavos dependía de la fortuna del señor. El poseer un gran número de esclavos significaba estar en una clase alta y los señores se vanagloriaban de la cantidad de esclavos que poseían. Sin embargo, esto no debe hacer que veamos a la sociedad romana como una sociedad esclavista. La esclavitud en Roma no era sólo un medio de producción tal y como se entiende en un sistema capitalista, sino que los esclavos desempeñaban los papeles más hetereogéneos en la economía, la sociedad e incluso la política y la cultura, y muchos de ellos llegaron a ser más ricos que muchos hombre libres.


Como he comentado al principio un hombre o mujer podía llegar a la esclavitud por destino o por accidente. Por accidente podía ser con motivo de una derrota bélica. En una guerra el pueblo vencido, o bien optaba al suicido o bien eran sometidos a la esclavitud. El suicidio para muchos era la opción menos mala pues la esclavitud suponía un impacto psicológico que no todos soportaban pues caer en la esclavitud suponía la separación brusca de la familia a la que nunca volvería a ver, su posterior venta y el traslado a ciudades con una cultura totalmente diferente a la que poseían. En los mercados, los esclavos eran examinados con minuciosidad, como si de ganado se tratase, cualquier defecto, enfermedad o reputación hacía que el valor económico del esclavos descendiera, obviamente el vendedor debía ofrecer esos detalles. Estras transacciones eran reguladas por medio de un edicto de los ediles y se formalizaba con un documento de compraventa.



En lo que se refiere a ser esclavo por destino, un hombre llegaba a ser esclavo por nacimiento, un hijo de una mujer esclava, era un esclavo con independencia de quien fuera su padre o bien también podía ser un esclavo un niño abandonado. Esto no debe sorprendernos, el abandono de niños era algo usual, y no sólo entre pobres; los mercaderes de esclavos acudían a recoger los recién nacidos expuestos en los santuarios o en los basureros públicos. La pobreza, además, impulsaba a la gente sin recursos a vender su recién nacido a los traficantes. También había muchos adultos que se vendían a sí mismos para no morirse de hambre o bien con el fin de convertirse en adminsitradores de algún noble o en tesoreros imperiales.



No todos los esclavos eran iguales, eso hace que su clasificación sea muy difícil. Los esclavos constituían una cuarta parte de la mano de obra rural en Italia. La condición de los esclavos rurales era verdaderamente dura, eran simplementes bestias de carga. El esclavo que no era campesino resultaba ser la mayoría de las veces un criado. Su condición variabla considerablemente desde fregona hasta el administrador que llevaba todos los negocios de su amo y al que cuidaban los médicos más eminentes cuando caía enfermo. También estaba el esclavo cómplice, áquel esclavo que por orden del ama de casa espiaba a sus "amigos" o sus clientes. Por último, había profesiones en las que la condición de esclavo era el medio usual para entrar al servicio de un alto personaje y adquirir una posición estable: un gramático, un arquitécto, un cantor, un comediante serán los esclavor del amo que utiliza sus talentos. A pesar de todo, a todos los esclavos se les trata en el tono y con los términos que se emplea para dirigirse a los seres inferiores. La esclavitud no es más que una condición jurídica.


Por supuesto, el esclavo carece de derechos y estaba desprotegido ante la ley. No se le reconocían las relaciones de parentesco, no podían casarse legalmente, sus hijos eran ilegítimos y propiedad del dueño de la madre, no poseían nada aunque algunios podían disponer de un peculium, en especie o en metálico, por gracia de su dueño el cual puede revocarlo en cualquier momento, además, el propietario no tenía la obligación de proporcionarles calidad de vida, la vida privada del esclavo era un espectáculo infantil que era observado con desdén. Además el esclavo vivía en un estadoo de completa inseguridad pues esclavitud y violencia estaban íntimamente ligado, una esclava estaba siempre expuesta a agresiones sexuales por parte de cualquier hombre libre e incluso por un esclavo de rango superior. Aunque también hay que mencionar que muchos de los esclavos contaron con la benevolencia de sus dueños y fueron tratados con consideración y afecto.


Entre la población esclaba existía también una jerarquía condicionada para el trabajo que realizaban pero también por su procedencia. El tamaño de la familia a la que pertenecían, compuesta por el propietario y los esclavos, y el estatus social del dueño también jugaban un importante papel en la jerarquización de la población esclava. Los que pertenecían a casas urbanas eran superiores a los que eran de casas rurales. Los nacidos esclavos (vernae) estaban mejor considerados por sus propietarios que los que habían conocido la libertad.


El esclavo podía conseguir la libertad, es lo que se denomina manumición, que podía ser de derecho o de hecho con condiciones del dueño. En el primer caso, el esclavo además de la libertad conseguía la ciudadanía romana. Los procedimientos para otorgar la libertad a los esclavos eran básicamente tres: introduciendo oficialmente el nombre del esclavo en el registro de ciudadanos romanos en el momento de elaboración del censo; declarando ante un magistrado o gobernador provincial que el esclavo era en realidad una persona libre y que su esclavitud era un error; o a través del testamento, en el que el propietario le concedía la libertad a su muerte. En ocasiones el esclavo podía llegar a un acuerdo con su dueño y comprar su libertad. El esclavo que llegaba a ser libre se denominaban libertos, aunque nunca se libraban del estigma de haber sido esclavo.


Por último, cabe aclarar que el hecho de que un amo quisiera la libertad para su esclavo no quiere decir que considere la esclavitud como una injusticia, sino que quiere morir siendo un buen amo. Darles la libertad a los esclavos es un actor meritorio; pero no es un deber. El placer que un amo experimenta al dar la libertad confirma la autoridad en virtud de la cual podría también no hacerlo; ordena con amor y el amor no tiene ley. El subordinado no tiene porqué aguardar la clemencia como algo que le es debido.


FUENTE:


Bradley, Keith: Esclavitud y sociedad en Roma, Ediciones Península S.A., Barcelona, 1998.

Ariès, Philippe, Duby Georges (Dir): Historia de la Vida privada Vol.1, Editorial Taurus, Madrid, 2001.