El descubrimiento de América no solo revolucionó la economía europea, sino que supuso una apertura social, cultural y natural como nunca antes se había producido, pues al fin y al cabo supuso entrar en contacto con un continente totalmente nuevo. El mundo Oriental, aunque también desconocido en su mayoría, había sido más accesible para el circulo erudito medieval y también moderno, libros como los de Marco Polo o Mandeville así como los de Ctesias de Nido,Plinio, Estrabón, etc. habían permitido conocer ese gran continente que se situaba en la zona oriental. Está claro que gran parte del conocimiento tenía una base fantástica plagada de seres monstruosos como cinocéfalos, amazonas, seres con orejas tan grandes que les proporcionaba sombra, esciápodos, árboles que como frutos daban corderos (cordero vegetal) y que muchas de las historias Marco Polo eran frutos más de una grandiosa imaginación que una descripción realista, y qué decir de Mandeville, cuyo viaje ha sido puesto seriamente en duda. Pero a pesar de todo, el continente asiático era conocido, al menos se sabía que estaba ahí y que era realmente exótico (todo lo exótico que puede ser un continente lleno de fantasías occidentales).
Con el descubrimiento de América las fantasías fueron doblemente mayores, se produce lo que que algunos autores han calificado como "Renacimiento de lo Maravilloso" pues toda la fantasía oriental se trasladó a un contintente del que nada se sabía. Este "Renacimiento" rehabilitó los escritos de Plinio y Solino, ya que muchos de los cronistas tomaban a éstos como bases de sus escritos sobre el Nuevo Mundo. Aunque hay que decir que no todos compartían esta rehabilitación, para algunos cronistas, el descubrimiento del Nuevo Mundo demostraba cuan equivocados se hallaban estos escritores a la hora de hablar de monstruos pues a pesar de lo mucho que se había navegado en ningún lado se había hallado seres monstruosos tales como los cinocéfalos o las amazonas y así lo manifestaba Fernández Navarrete al decir lo siguiente: "¿Quien es el que creerá ya de aquí en adelante que hay monoszellos, spithameos (pigmeos) y otros semejantes que son más monstruosos que hombres que los antiguos escriptores nos dejaron escriptos que había, como veamos que los castellanos [...]habiendo dado una vuelta al universo orbe, nunca haya topado, visto ni podido saber ni menos oir en todo lo que han andandio que agora ni en tiempo alguno haya habido ni haya los semejantes hombres monstrusoso?"
Lo cierto es que, creyéndose o no creyéndose en monstruos, cronistas y conquistadores no dudaron incluir en sus crónicas o memorias seres realmente monstruosos simplemente para el deleite de lector, para dar un toque seductor a sus escritos y, sobre todo para los conquistadores, conseguir el interés del algún benefactor para seguir sus campañas de búsqueda de oro (como la búsqueda de El Dorado de Walter Raleigh) e incluso campañas que tenían como fin buscar a las propias amazonas. El mismo López de Gomara, que tanto criticaba el gasto de dinero en campañas absurdas como la búsqueda de Amazonas, no dudaba en añadir a estas mujeres en su obra "Historia General de las Indias" o en describir a los Patagones como seres enormes carente del habla y caníbales. Y aunque creía que todo esto eran fábulas e incluso frenos al objetivo del Imperio -la colonización- lo añadía simplemente para seducir al lector, complacer el gusto por lo exótico que muchos de los lectores poseían tal y como demuestra el interés que había en obras misceláneas donde se hablaban de monstruos y hechos maravillosos.
¿Cuáles eran las razas monstruosas más presentes en estas obras? Básicamente las que más presente estaban en las obras clásicas: Cinocéfalos (hombres con cabeza de perro), Amazonas, Gigantes, Sirenas (entendiéndose éstas como mitad pez y mitad humana), acéfalos, etc. Todos estos seres fueron descritos y localizados en determinados lugares del continente americano tal y como veremos en las próximas entradas.
¿DE QUÉ LIBRO SON LAS ILUSTRACIONES QUE PONES EN EL BLOG? ¿HISTORIA GENERAL Y NATURAL DE LAS INDIAS? GRACIAS. BEATRIZ
ResponderEliminarLas ilustraciones las tomo de Google...
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