18 de enero de 2011

Cartas a Theo


Cuando estudiaba en el Instituto la asignatura de Historia del Arte, uno de los pintores que más me gustaron fue Vincent Van Gogh. Su pintura me transmitía una gran sensibilidad y su biografía hacía de él una persona muy interesante. Recuerdo como mi profesora recomendaba encarecidamente "Cartas a Theo", un libro que recopilaba la gran cantidad de cartas que Vincent envió a su hermano quien lo mantenía económicamente, debido a que sus cuadros no llegaban nunca a venderse (ironías de la vida que hoy día sean de los más apreciados y los más caros). Ya desde entonces, el libro me llamó poderosamente la atención ¿Qué mejor manera para acercarse a un personaje que leyendo sus propias palabras? Y durante años lo he estado buscando, y no sé si fue porque no busqué en los sitios adecuados o que no puse demasiado interés, pero lo cierto es que hasta hace pocos meses no lo encontré y cuando lo hice no lo pensé dos veces y lo compré.
Debido a varios motivos no he podido leerlo hasta ahora y he decir que después de leer sus cartas no puedo más que sentir pena por un hombre que durante toda su vida se esforzó duramente por sacar su pintura adelante y que nadie, ni siquiera Theo o Gaugin supieron apreciarla. "Cartas a Theo" nos permite ver a un hombre terriblemente sensible, con muchos altibajos, a veces con esperanzas a veces con depresión, a un hombre enamoradizo, amante de la lectura contemporánea de su tiempo pues le encantaba leer a Emile Zola, un hombre que amaba la pintura, no dudaba en recorrer museos y hablar de cuadros con su hermano, intercambiando gustos y opiniones. Entre los pintores más mencionados por Van Gogh encontramos a Rembrandt, Vermeer, Mullet, Manet, Rubens, etc. por todos ellos sentía pasión y deseaba imitarlos.
Es posible que "Cartas a Theo" sea pesado en algunos de sus pasajes, a Vincent le encantaba describir paisajes, cuadros y estudios que él mismo realizaba, la técnica de los colores, etc. pero aparte de eso, tiene muchas líneas donde podemos ver sus sentimientos, sobre todo las cartas finales escritas durante su reclusión en Saint Remy y las cercanas a su muerte, donde acepta ya su destino final. Un libro, por tanto, realmente recomendable para todos aquellos que se quieran acercar a esta figura que nos ha dejado grandes cuadros como "Los girasoles", "Terraza de café por la noche", "Noche estrellada", etc.

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