17 de octubre de 2010

El Peje Nicolao.

Andaba hoy escribiendo sobre el Peje Nicolao para mi trabajo de fin de máster, cuando pensé que podía ser una buena historia para contar en mi blog, con lo cual os dejo aquí el extracto para que podáis leerlo:
Julio Caro Baroja sitúa el origen de la leyenda de este personaje en las inmediaciones del Faro de Messina. Pronto ésta tuvo varias versiones y ya en el siglo XVI se hizo muy popular haciéndose mención en grandes obras de la literatura como el Quijote de Cervantes. Tal fue la fama de la leyenda del pez Nicolás que en los siglos XVII y XVIII se seguirían publicando relaciones de sucesos sobre él.

Según la historia, “Nicola Pesce” había sido un niño que no se hartaba de estar en el mar. Debido a la irritación que esto le producía a la madre, lo maldijo. Esta maldición le hizo pez o casi pez. A su capacidad natatoria y de buzo había que sumarle su capacidad de introducirse en el cuerpo de algunos peces normales y de vivir en el interior, hasta donde le convenía, en plena mar, rasgaba el vientre del pez y salía a observar. Éste describía el fondo del mar como un lugar muy rico: con jardines de coral, arenas cubiertas de piedras preciosas, etc . En la adaptación de esta leyenda napolitana a otros lugares había temas folklóricos que se repiten, así, en la relación de suceso publicada en Barcelona en 1608 exceptuando en su localización –Cádiz- el resto es una copia de la famosa leyenda italiana: Un niño al que le gustaba mucho estar en el mar provoca la irritación de su padre que lo maldice: “pues tanto de la mar gustas fuera de la mar no pares. Mueras en saliendo della tu vida mas no se alargue, de quanto en el agua estes pues mis disgustos te placen”. A raíz de esta maldición el niño se convierte en medio pez y el mar pasa a ser su hogar, no saliendo de ella. A diferencia que la leyenda napolitana, este niño no contaba las maravillas del mar sino que revelaba a los marineros los secretos de la navegación.


No sería ésta la última vez que se hiciera referencia a esta leyenda. Según Caro Baroja volvería a aparecer a finales del siglo XVII cuando en el Cantábrico aparece un extraordinario hombre-pez. También Feijoo recogería la increíble historia sobre el hombre-pez de Liérganes la cual compara con la historia del Peje Nicolao:

“A la verdad las Historias (en cuanto yo he leído) no nos ofrecen caso parecido al nuestro, exceptuando uno solo, y aun ese no lo es sino en parte. Este es el de aquel Siciliano, llamado vulgarmente de los suyos Pesce Cola”

Sin embargo, la versión ofrecida por Feijoo se diferencia bastante de las anteriores. En este caso Nicolao no era un niño-pez maldito, sino hombre con una gran habilidad natatoria que tenía gran necesidad de estar dentro del mar hasta el punto de no sentirse cómodo en la tierra. El Rey Federico de Nápoles impresionado por su gran habilidad decidió ponerlo a prueba y tiró una copa de oro al fondo del mar para que éste lo recogiera. Al cumplir su misión exitosamente el rey decidió repetir la prueba por lo que además de la copa de oro lanzó una bolsa de oro, y para suprimir la reticencia de Nicolao le dijo que todo sería suyo si conseguía traerlo a tierra. Sin embargo, éste no cumpliría la prueba con éxito ya que no se volvió a ver.

Una de las últimas apariciones de la leyenda del Peje Nicolao sería en 1839 en el Seminario Pintoresco español donde se hacían eco de una noticia en la que un capitán de barco que había llegado de Regnejada contaba que había visto a un ser extraño con figura de muchacho pero sin brazos y con cola .


Fuente:

Caro Baroja, J.: “El “Pesce Cola” o el “Peje Nicolao”, en Revista de dialectología y tradiciones populares, Cuaderno 39, 1984, pp. 7-16.

Relacion de cómo el pece Nicolao se ha parecido de en el mar, y hablò con muchos marineros en diferentes partes, y de las grandes maravillas que les contò de secretos importantes de la navegación. Este pece Nicolao es medio hombre, y medio pescado, cuya figura es esta que aquí va retratada. Lleva al fin una famosa receta para bolverse las viejas moças, haziendo lo en ella contenido. Ettinghausen, Henry (ed.): Noticias del siglo XVII, relaciones españolas de sucesos naturales y sobrenaturales, Barcelona, Pulvill Libros, 1995.

Feijoo, B.: Teatro crítico universal, tomo sexto, discurso octavo, “Examen filosófico de un peregrino suceso de estos tiempos”, (1734), Madrid, Andrés Ortega, 1778. (http://www.filosofia.org/bjf/bjft600.htm)

4 comentarios:

  1. De aquí seguramente viene lo de "ese niño es un bicho raro"...


    Carlos

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  2. Ale, este niño Pez no es el hombre-pez de Liergenes ¿verdad?, es que es una de las leyendas que iba a contar en el programa y si son distintas y hablan de Cádiz puede enriquecer más el tema... ummm.... ya te cogeré para que me la cuentes tranquilo.

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  3. La historia del peje ya la trató D. Pedro Mexía (1497-1551) en su obra: Silua de varia lecion, pag. 124:

    'Del admirable nadar de un hombre, de do parece que tuvo origen la fabula que el pueblo cuenta del pece Nicolao: traense otras algunas historias de grandes nadadores: y como solía en tiempo antiguo ser estimada esta habilidad.'

    Desde escritos leídos a los autores Joviano Pontano (1462-1503) y de Alexandri ab Alexandro (ca 1461-1523) en sus Genialium Dierum (Días geniales).

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  4. La historia del peje ya la trató D. Pedro Mexía (1497-1551) en su obra: Silua de varia lecion, pag. 124:

    'Del admirable nadar de un hombre, de do parece que tuvo origen la fabula que el pueblo cuenta del pece Nicolao: traense otras algunas historias de grandes nadadores: y como solía en tiempo antiguo ser estimada esta habilidad.'

    Desde escritos leídos a los autores Joviano Pontano (1462-1503) y de Alexandri ab Alexandro (ca 1461-1523) en sus Genialium Dierum (Días geniales).

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