Ante el riesgo de que esta entrada, dividida en tres partes, pueda parecer una especie de rehabilitación de la Inquisicón, me gustaría terminarla con las concluyentes palabras de Bennasar:
Sin embargo, este libro, muy lejos de ser una rehabilitación de la Inquisición, hace a la institución el más grave de los procesos, le acusa del pecado contra el espíritu, el mismo que persigue el Santo Oficio. Porque la Inquisición no puede ser considerada un tribunal como los demás. [...] Fue creada para prohibir una creencia y un culto; a lo largo del tiempo, persiguió otras creencia y otros cultos. Encarceló, despojó, arruinó y deshonró a millares de hombres y mujeres porque sus creencias y sus ritos no se conformaban al modelo único que reconocía la sociedad cristiana de Occidente y del cual el Concilio de Trento, a mediados del siglo XVI, dio una definición completa y precisa [...].
Sin embargo, la Inquisición no pudo asegurar la unidad espiritual de España, lo que hoy es evidente. En cambio, [...] hizo de España por mucho tiempo el reino del conformismo. [...] conformismo políticom del conformismo intelectual [...].
La Inquisicón, al imponer un modelo único de creencia, sometiendo a cada individuo a la vigilancia permanente de una opinión condicionada, destruyó las posibilidades auténticas de ejercer el libre albedrío, haciendo desaparecer de España la idea misma de libertad religiosa.
Fuente:
Bennasasr, Bartolomé: Inquisición española: poder político y control social, ed. Crítica, Barcelona, 1981.
Acabo de terminar de leerme estas tres entradas (¡vaya ritmo de publicación!) y me parecen muy buenas. Me gustaría comentar algo del primer post, el tema de la Inquisición como instrumento de control político hasta el XVIII: efectivamente, cuando los Borbones llegaron a España lo hicieron cargados de buenas intenciones y dispuestos a suprimir la Inquisición, hasta que se dieron cuenta de que aquello era una herramienta cojonuda de control de la población.
ResponderEliminarLa Inquisición española sin duda tenía muchas cosas malas, pero no creo que más que otros organismos similares en países protestantes, que allí además si que se dedicaban a la caza de brujas, y muchas veces se olvida esa parte.
Y nada, comentarte que durante la carrera, el bueno de Bennassar salvó mi cuello en alguna ocasión.
Tienes razón con respecto a los Borbones, de hecho, el mismo Benassar lo explica, dice que Felipe V no era muy amante de la Inquisición pero comprobó que era una buena herramienta de control social y político y que por ello lo mantuvo, de hecho el capítulo dedicado específicamente a esto pone muy buenos ejemplos de como la Inquisición era manejada por la monarquía siendo el ejemplo más famoso el de Antonio Pérez.
ResponderEliminarPor otro lado, una de las cosas que más me sorprendieron cuando me hablaron de la Inquisicón fue que en realidad no ejecutaba las penas sino que "pasaba los casos" a la justicia civil que sío que los ejecutaba pues la Inquisicón al ser un tribunal eclesiástico no podía condernar, asismismo, el tribunal civil siempre fue peor que la Inquisión ya que a veces ejecutaba sin la previa investigación alqgo que la Inquisición si hacía y bastante bien, muy minuciods y gracias a ello tenemos grandes fuentes para la investigación histórica.
Gracias por dedicar tu tiempo a leer mi blog, y ahora tendré un nuevo paroncillo hasta que busque un nuevo tema de qué hablar...Un cordial saludo.